Diario de León

Las terrazas se perpetúan en las calles de León y convierten el ruido en un calvario para los vecinos

El colectivo alerta de que han aumentado las quejas de los vecinos mientras el Ayuntamiento demora la ordenanza

La plataforma contra el ruido reclama que se redacte ya la normativa de regulación de terrazas anunciada hace año y medio. MARCIANO PÉREZ

La plataforma contra el ruido reclama que se redacte ya la normativa de regulación de terrazas anunciada hace año y medio. MARCIANO PÉREZ

León

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La situación excepcional derivada del covid se ha asentado como indefinida. Pese a que el decreto municipal de mayo de 2020 apuntaba que la ampliación de las terrazas no tenía «vocación de permanencia», sino que sus «efectos» se aplicarían «únicamente durante la vigencia del estado de alarma y sus posibles prórrogas o de la existencia de medidas restrictivas en la actividad hostelera adoptadas por las autoridades sanitarias», sigue en vigor. La última prórroga data de diciembre del año pasado , cuando el Ayuntamiento de León extendió la medida de gracia hasta que se redacte una nueva ordenanza. Pero no ha habido avance en la redacción de la normativa, anunciada por el alcalde, José Antonio Diez, en mayo de 2021. Sin visos de que se saque adelante, «menos aún antes de las elecciones municipales», la plataforma para la defensa de la salud acústica en la ciudad de León reclama que se regule de una vez frente a la «inacción» del equipo de gobierno municipal.

Los portavoces del colectivo, que suma sus críticas a la asociación vecinal del Barrio Húmedo que levantó la voz hace dos semanas, recuerdan que hace un año y medio Diez admitió que la nueva normativa de ocupación de vía pública, adaptada a los dictados europeos, debería haber entrado en vigor ya en 2019. La plataforma incide en que el alcalde culpó a sus antecesores de que tuvieron 9 años de carencia para hacerlo, pero tampoco ha hecho nada en este tiempo, ni ha cumplido con la promesa de regular «en qué condiciones se conceden las licencias, cómo» e, incluso «cuánto pagan en un barrio o zona céntrica». «Donde puedan reubicarse sin afectar a la movilidad de las personas ni al tránsito de los vehículos se quitarán. Pero, en la mayoría de los casos, deberán quedarse. Nos vamos a tener que acostumbrar», apuntó el regidor ese momento entonces para exponer la necesidad de hacer cumplir, entre otros aspectos, el precepto de la UE que «impide que a 1,80 metros de la fachada haya ninguna terraza». «Entonces, ¿qué hacemos con lo que está sucediendo por ejemplo en calles como la Calle Ancha, reconvertida en zoco y pista de patinaje y patinete?», se preguntan.

Daños colaterales
Los afectados cuestionan que Diez demora la normativa para no verse afectado en las elecciones

Aunque, con más de 230 locales acogidos a la medida y 611 plazas de aparcamientos ocupadas sólo en las zonas ORA, ni esta ni otras medidas han ido más allá del borrador del que hablaba el alcalde. Frente a la paralización del Ayuntamiento, el colectivo cita el ejemplo de otras ciudades, como Salamanca, que ya lo ha llevado a Pleno, o Valladolid, «donde ahora deben seguir respetando la superficie autorizada antes de la llegada de la pandemia de covid». Aunque, como admiten, hay otros casos, como Burgos, donde hay colectivos en su misma situación que exigen desde hace meses que se regule de manera correcta.

La reivindicación ahonda en la lucha que, desde su creación en 2016, les ha llevado a interponer denuncias y reclamaciones ante la Fiscalía, el Procurador del Común y las instituciones. Pero sus esfuerzos por alertar de «la dejación de funciones del Ayuntamiento, que es la administración competente para hacer cumplir sus propias ordenanzas», no sólo «no han conseguido nada», sino que ante su «sorpresa e indignación la cosa ha ido a peor».

Efectos
Más de 230 locales se acogieron a la medida y, sólo en zona ORA, 611 aparcamientos se quitaron

El resultado no evita que insistan en «recordar las obligaciones de los locales musicales de permanecer con sus puertas y ventanas cerradas». «Su obligatoria insonorización sólo alcanza al interior y nunca a la calle», recalcan desde el colectivo, que porfía en su objetivo de que se cumpla la vigente Ordenanza sobre Protección del Medio Ambiente contra la emisión de Ruidos y Vibraciones, así como el Régimen Jurídico Sancionador aplicable en las Zonas declaradas tanto Acústicamente Saturada (ZAS) como de Respeto».

Estas normativas , apostillan desde la plataforma, marcan la «prohibición de realizar actividades musicales en el exterior; el control exhaustivo de la Policía Local en cuanto a horarios de cierre; la restricción de horarios de permanencia en espacios reservados para terrazas de cafés, bares, restaurantes y establecimientos análogos; o la no concesión de licencias para nuevos establecimientos». No se olvidan de que se señala además la «prohibición de efectuar consumiciones en la calle, salvo en las terrazas autorizadas y dentro del horario establecido». Aunque «las quejas recogidas entre los residentes» siguen ante «el incumplimiento de la legalidad vigente», reconocen en el colectivo.

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