El banco malo abre la vía para conectar Nocedo con Palomera por Padre Getino

El problema enquistado de las casas en riesgo de ruina de, justo en el entronque con la plaza del Padre Severino Ibáñez, se anuncia ahora como una solución urbanística. Después de años de lucha administrativa frente a la propiedad, que motivaron el derribo de uno de los inmuebles y la orden para hacer lo mismo con los dos restantes que siguen en pie, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaría (Sareb) da al fin el primer paso efectivo.

El conocido como banco malo, gestado por el Gobierno para gestionar los inmuebles entregados por las entidades nacionalizadas o en reestructuración, acaba de constituir la junta de compensación que permitirá abrir una calle que comunique el entorno con la avenida Nocedo.

El vial aparecerá como continuidad de Padre Getino. La calle, que durante el desarrollo de La Palomera quedó muerta contra un muro por la existencia de las casas bajas de Los Osorios, se espurrirá ahora para conectar con la plaza del Padre Severino Ibáñez. Pero la mejora de la movilidad se encomienda al avance del sector que nace con la aprobación de los estatutos que regularán el funcionamiento de la urbanización de esta bolsa de suelo que queda en medio de edificaciones en altura.

La apertura de la calle no se verá con carácter inmediato. La entrada de las máquinas se demorará todavía varios meses, aunque le precederá el derribo de las dos casas que quedan en pie. Como ha decretado el Ayuntamiento de León, el riesgo para los viandantes por su mal estado de conservación, unido a incidentes como los incendios, obliga a que se tengan que demoler sin demora, pese a los intentos de la Sareb por alargarlo.