Francia borra todas las expectativas creadas con el Corredor Atlántico
La estructura de mercancías no se desarrollará en territorio galo hasta después de 2040
Convoyes de mercancias en la playa ferroviaria del acceso sur a la capital leonesa. JESÚS F. SALVADORES
Francia corta y agota el crédito de propuestas sobre el que se promociona el Corredor Atlántico . No habrá desarrollo de esta estructura al otro lado de la frontera de Hendaya, hasta, al menos, 2040. Demasiado tiempo para el noroeste, anclado ahora en la piel de la taifa, en la duda de exprimir la alianza de las regiones atlánticas o explotar aquel lobby empresarial con el que Galicia, Asturias y León despertaron conciencias en enero de 2017.
Aquella fecha marcó el antes y después; hasta para las administraciones, que maniobraron de cara a liderar la propuesta hasta arrebatar la iniciativa empresarial y cámaras de comercio.
Francia no abrirá la puerta; y neutraliza el aluvión de promesas que persigue el desarrollo de estructuras dependientes de esta expansión del corredor central a la sección noroeste, que va de León a Gijón y León a La Coruña,. en la y ferroviaria, ahora convertida en arma electoral, a dos meses de unas elecciones que parecen haber servido para colocar la arteria de logística y mercancías como principal reclamo del voto.
Tapón oeste
Francia tardará otros 20 años en desarrollar la estructura oeste, y primará el balcón Mediterráneo
En embajador de Francia en España confirma el frenazo, que termina por llevar a ninguna parte los trenes que deberían circular una vez que se llevara a ejecución proyectos de ese relato millonario de más de mil millones para la provincia de León; que son 16.000 en todo el arco del corredor, con sus aristas por trece territorios de la península.
En una entrevista a La Voz de Galicia, Jean Michel Casa, alargó plazos en la conexión de la salida al otro lado de la frontera hasta alejar el horizonte de desarrollo más allá del año 2040. «Los plazos para conectar Burdeos y Dax se amplían a 2042, y aunque es un informe consultivo» el avance de su desarrollo será difícil de aplicar antes de dos décadas, concretó el diplomático galo. «Nos hemos quedado atrasados en el suroeste del país (en Francia) en materia de comunicaciones; pero no sólo hacia España; también en nuestra propia red».
Las dos velocidades del desarrollo del transporte de mercancías, intermodal y eficiente, con trenes de 750 metros, y enlaces a la altura de la exigencia y los parámetros de la red prioritaria europea, se acentúa con el Corredor Mediterráneo en pleno despliegue por todo el balcón, incluida la parte que corresponde al país francés, que hará imposible el equilibrio entre los dos extremos: el noroeste atascado, el Levante, de esplendor.
El cambio de socios de los dos territorios del extremo oeste del país no incide tampoco en hacer realidad las intenciones; porque la región cantábrica tiene que asomar al pasillo de salida a través de la misma frontera en la que habrá un tapón infranqueable, aunque se posibilite toda la reforma viaria vinculada al Corredor Atlántico en España.
Navarra no necesita mar para asociarse a la región cantábrica
Las nuevas alianzas territoriales de Asturias y Galicia dejaron a León anclado en mitad del noroeste, sin más vínculo territorial en el paréntesis del olvido de este enclave geográfico, que el rebajado estatus de aquel lobby que formó hace seis años con la periferia para lograr desarrollo vinculado al avance del Corredor Atlántico.
El ramal noroeste de esta arteria se diluye después de una cadena de cumbres políticas para dinamizar la inversión; lo que se pretendía presentarse como una eclosión, con un comisionado, con el desarrollo del plan director en fase previa de redacción, con el epígrafe del Corredor Atlántico en el cabecero de la lista de inversiones en víspera electoral, queda diluido por el retraso expuesto en Francia, y su preferencia para el avance del Corredor Mediterráneo.
También para León, porque pierde la compañía que le llevó hasta aquí, tras quedar excluido de la entente con el País Vasco y Cantabria. Que León no tenga mar no debe ser un elemento decisivo para esta exclusión.
Navarra, que igual que León está escoltado por montañas por ese norte que en otros lugares perimetra la costa, forma parte de la región cantábrica.
Otra demostración que la voluntad política pesa lo suficiente para definir las intenciones, y elegir la compañía.