Diez reedita la Alcaldía de León sin referencia directa a la Autonomía Leonesa
Con el obispo, los militares, las asociaciones de vecinos, los libreros, los empresarios, la junta mayor de Semana Santa, el rector, todas las fuerzas vivas, trabajadores municipales, amigos y demás familia y en el listado de más de 200 invitados, José Antonio Diez se regaló este viernes una ceremonia con toda la pompa y el boato posible. La ceremonia, sacada de la casa consistorial de San Marcelo, donde manda la normativa que tiene que celebrarse, escenificó la grandilocuencia con la que el regidor socialista quiso revestir su nombramiento en minoría, después de que el PP no igualara la apuesta de la UPL, que le exigía la Alcaldía durante los cuatro años a cambio de desalojar al primer edil del PSOE del gobierno del Ayuntamiento de León.
La confianza de que los leonesistas no se sumarían al PP, aunque tampoco le votarían a favor a cambio de entrar en el equipo de gobierno, Diez armó una escenificación sin sobresaltos. Después de 20 minutos de juramentos del cargo por parte de cada uno de los concejales, interrumpidos con salvas de aplausos para cada uno, y de votaciones en urna secreta, la suma de once apoyos aupó a socialista como regidor, mientras que el PP se quedó con nueve, la UPL con cinco y Vox con dos.
En su discurso, Diez empezó por recodar a las víctimas "sanitarias y económicas" del covid y apuntó que la ciudad todavía debe "superar demoras y carencias derivadas de otras administraciones". "Cuatro años después vuelvo a tender la mano para gobernar esta ciudad", invitó al resto de grupos políticos, "a pesar de las diferencias", para trabajar en los "proyectos que sean buenos para León y los leoneses".
Diez apostó por crear "una ciudad de oportunidades", citó como "socio preferente a la Universidad" y apostó por "garantizar los servicios básicos, generar condiciones para que las empresas encuentran oportunidades y fortalecer la alianza con las instituciones". "Contamos con una ciudad cómoda, segura, accesible y segura, sí, muy segura", recalcó, tras las críticas recibidas, sin hacer mención a la falta de limpieza que le achacan los vecinos.
El regidor socialista insistió en su "orgullo de ciudad" y deslizó que "a veces" no siente "el respaldo de quienes sólo buscan la noticia negativa, la tergiversación, sin darse cuenta de que el daño revierte en toda la ciudad". "Promocionemos León y olvidemos rencillas", señaló.
Para los cuatro años, Diez avanzó un "proyecto que incide en la mejora de los servicios, llegando a todos los barrios, con una ciudad más sostenible, accesible, igualitaria y justa". El alcalde León apostilló que parte de los valores de la "honradez, nobleza, equidad y justicia" y propugnó la "atención a los que más lo necesitan".
Sin hacer referencia alguna a la Autonomía Leonesa, Diez se limitó a una alusión velada a la "defensa de nuestro pasado, nuestro futuro y nuestro presente". "Alzaremos la voz y llegaremos hasta donde León tenga que llegar para ser reconocida en todos sus derechos", expuso.
El último tramo de su discurso lo reservó para el agradecimiento a su familia, con especial referencia a su mujer, a su equipo y a todos los que le han "ayudado" a cumplie su "sueño, compromiso y responsabilidad de ser alcalde". "Prometo dedicación plena. Nos hemos dejado la piel por nuestra ciudad. Hoy mismo seguiremos, con fuerza, dedicación y honestidad para hacer una ciudad de la que todos nos sintamos orgullosos", remató Diez.
