León Alta Velocidad celebra junta de accionistas tras diez años sin zanjar la liquidación
La sociedad se constituyó en 2003 para la fallida integración y transformación ferroviaria en León y San Andrés

reunión
León Alta Velocidad se mantiene en pie, dos décadas después de su constitución y casi todos sus objetivos diluidos entre el tiempo y el fracaso del objeto social de la mercantil. Este sábado vuelve a celebrar junta general de accionistas, para resolver cuitas pendientes, fruto de facturas acreedores y pleitos en torno a ese desajuste que quedó heredado de una integración del tren en León ligeramente distorsionada con respecto a los planes iniciales; en San Andrés no hubo oportunidad ni de frustrarse por las expectativas.
León Alta Velocidad se constituyó hace dos décadas ; y cumple ahora diez años fuera de la órbita de la actividad, dedicada al impulso de la transformación urbana y estructural de León y San Andrés del Rabanedo a cuenta de la integración de las vías del tren.
León Alta Velocidad vino al mundo en enero de 2003, de ahí la primera definición pública de la sociedad, con el año de referencia como asiento y no como objeto social, con un capital de 610.000 euros, con 10.000 acciones nominativas, con un valor de 61 euros cada una; los fundadores, Renfe, el GIF (que entonces gestionaba las infraestructuras ferroviarias en el cometido que anticipó lo que ahora se llama Adif; el Ayuntamiento de León; el Ayuntamiento de San Andrés y la Junta.
Los objetivos
León Alta Velocidad nació en 2003 e inició el proceso de liquidación en 2012
Los entes ferroviarios suscribieron 2.500 acciones cada uno; 2.000, el gobierno autonómico; y 1.500, los ayuntamientos de León y San Andrés. Su creación se fundamentó para atacar varias intervenciones en torno a la modificación del dibujo que dependía del ferrocarril en la ciudad; el urbano y la infraestructura, el raíl y los tapiales que lo escoltaban; lo escoltan, aún . Ese es el proceso evolutivo de los objetivos que fundaron una sociedad, que lleva ya casi el mismo tiempo en fase de liquidación que en tramo activo, como consecuencia directa de aquella burbuja que fue un foco de atracción para administraciones y organismos, hoy de espaldas a las propuestas de modernidad ferroviaria que se plantearon en el cambio de siglo.
De la lista de objetivos de León Alta Velocidad 2003 se puede contar como ejecutado el enlace sur , que abre el mar de las mercancías al sur de la ciudad, y al oeste, parte de una solución que durante diez años escoltó el fondo de saco , y el paso a nivel del Crucero , que sobrevivió por un tiempo a la sociedad que se fundó para liquidarlo.
León Alta Velocidad llegó a prever inversiones de hasta 600 millones de euros. La previsión no encaja en el pobre botín obtenido en la reforma del ferrocarril.