A la espera del agua, las tasas e impuestos se congelan

No habrá subida de impuestos, ni tampoco bajada para el ejercicio de 2024. El Ayuntamiento de León continúa con la costumbre de congelar los tributos, como ha hecho desde 2015 con pequeñas excepciones como las que se realizaron sobre todo durante la pandemia. Sólo queda por asentar la factura del agua, que depende de la empresa mixta, en la que el socio privado reclama que se incremente un 13,3% con arreglo a la suma del IPC de 2021 y 2022. El gobierno del socialista Diez respalda la medida, pero no cuenta con los votos del PP, que propone como máximo un 3,32%, ni de UPL, que no ha definido aún su postura final.

Al margen de esta decisión, los ingresos del Ayuntamiento de León para 2024 se nutren de la bonanza de la recaudación del Estado. Los impuestos directos aportarán 1,7 millones de euros más y las transferencias corrientes sumarán 8,3 millones a mayores que en 2022, gracias a la participación en los tributos estatales, sobre todo el IVA y el IRPF que abonan los ciudadanos.

Los impuestos indirectos apenas apuntan una subida de 748.984,5 euros por el aumento de la actividad del ladrillo, que ya deja réditos en este 2023 por el Icio. Entre las tasas se notan sobre todo los 4,3 millones del cobro de Gersul, que se deriva a Diputación, pero hasta llegar a los 5,6 millones totales de variación se tiene en cuenta también la mejora de la recaudación de multas. Los ingresos patrimoniales crecen 800.000 euros por los réditos en cuentas corrientes y 200.000 por dividendos en empresas como la ORA.