Los vecinos de la carretera de Carbajal exigen solución al riesgo del tráfico
Los afectados alertan de las altas velocidades en el tramo de sucesión de raquetas viarias
La carretera de Carbajal dejó de serlo con el crecimiento de la ciudad. León se espurrió al noroeste para aumentar su callejero, pero dejó en el borde un vial con más de 3.000 habitantes directos que no ha terminado de convertirse en área urbana. Ni siquiera con la «transformación integral como avenida en el año 2009», cuando se transformaron «algunos de sus cruces en raquetas de acceso a las urbanizaciones y calles aledañas, simplemente con pintura sobre el vial», como alertan los vecinos. Pero la reforma, lejos de adecuarlo, ha provocado más problemas, como insisten los habitantes de la zona, que reclaman al Ayuntamiento medidas para mejorar la seguridad vial de un tramo habitual de carreras en el que se acumulan los accidentes.
Cansados de contar los choques, los vecinos de la urbanización Reino de León exigen al consistorio que «mejore la seguridad de las diversas raquetas de la carretera de Carbajal». Cuentan hasta cuatro, en los cruces con las calles Justino Azcárate, Río Cueza, Río Moruelo y Río Iyarga, en las que proponen que se instale «algún tipo de elemento protector, a modo de delimitación del carril, tales como bolardos plásticos con bandas reflectantes». Esta solución permitiría «una mayor protección y visibilidad del cruce también por la noche» y se lograría el objetivo de «una reducción del grave riesgo de accidente frontal de vehículos, además de con los habituales volantazos y frenazos en seco de los conductores en el cruce».
Los vecinos critican que «la configuración y cambios continuos del número de carriles», con tramos que pasan de uno a dos carriles por sentido de manera intercalada, hacen que «los conductores atraviesen parcial o completamente dichas raquetas». El riesgo, reseñan, se acrecienta en la de la calle Río Cueza, donde «los conductores provenientes de Carbajal llegan a ella con un notable exceso de velocidad pese a la existencia de un paso elevado».
En este punto, los habitantes solicitan «algún tipo de medida de reducción de la velocidad» para atenuar la marcha de los automovilistas que «salen de la curva previa a la calle Unicef a muy altas velocidades», además de que se estudie «alguna mejora de la visibilidad» en la intersección.