Diario de León

Un viaje para estudiar y ampliar horizontes

Ocho alumnos leoneses consiguen la beca de la Fundación Amancio Ortega para estudiar un año en Estados Unidos y Canadá

Reunión de la Fundación Amancio Ortega en León

Reunión de la Fundación Amancio Ortega en LeónDL

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Tienen expedientes académicos casi perfectos y su nivel de inglés es altísimo. A eso se suman sus habilidades sociales y todo mezclado ha hecho que ocho estudiantes leoneses se hayan alzado para el próximo curso, cuando entren en primero de Bachillerato, con una de las becas que cada año concede la Fundación Amancio Ortega para estudiar un año completo, con todos los gastos pagados en Estados Unidos o Canadá. Una experiencia que, además de enriquecer su currículum les permitirá ampliar horizontes, acumular experiencias y enriquecer su pasaporte vital.

Eva Freire Seoane, Diana Pérez de Cabo, Sara Gallego Martínez, Sofía Rodríguez de Paz, Candela Celada y Lucía García Fernández son las seleccionadas, junto con Marcos Cabañeros Camino, el único chico de los becados leoneses este año. Ellos siete han decidido participar en este reportaje para compartir su experiencia y ver cómo afrontar el próximo año, que supondrá un antes y un después en su etapa académica.

«Es una gran oportunidad realizar un año de mis estudios en el extranjero para conocer otra cultura, otras formas de ver la vida y así ampliar mi visión del mundo», comenta Marcos, que vive en el barrio leonés de Pinilla y estudia en el instituto Eras de Renueva. Él viajará a Estados Unidos y se considera un buen estudiante, que dedica «el tiempo necesario» a hacer sus deberes y que dedica su tiempo libre a leer y a los videojuegos.

Candela y Lucía estudian en el Divina Pastora. La primera viajará a White Rock, un pueblo cercano a Vancuver, en Canadá, y su compañera irá a Estados Unidos. Candea es una apasionada del maquillaje, que defiende «no como una vía para tapar lo que no te gusta de tu cara, si no para resaltar lo que te gusta y expresarte a ti mismo y lo que sientes, igual que la moda». Cuando concluya su formación le gustaría estudiar enfermería.

Entre una y tres horas al día son las que dedica al estudio Lucía y aunque aún no tiene claro qué quiere estudiar «puede ser que sea Biotecnología». «Esta beca es una oportunidad para reforzar el inglés y aprender habilidades sociales que me puedan ayudar en un futuro».

«Desde que tengo uso de razón mi sueño ha sido poder estudiar en un instituto americano», explica Sofia, estudiante del colegio de La Asunción de León, que en el sorteo, precisamente, le tocó ese destino. «Para mí, la clave de un buen rendimiento académico es el compromiso y la perseverancia, aunque otra de las cosas importantes es saber cuándo tomarse un descanso», explica esta joven que espera «sumergirse lo máximo posible en la cultura americana».

Sara estudia en el Lancia de León. Biología, Química, Historia e idiomas son sus asignaturas favoritas. Con esta beca, con la que estará un año lejos de su zona de confort y su familia y amigos, espera aprender, además de otra cultura y tradiciones, «a gestionar el tiempo, las emociones y a desarrollar la independencia personal». «Será mi primera experiencia tan lejos de casa y durante tanto tiempo, aunque mi familia está muy contenta y orgullosa», señala esta estudiante que espera dedicarse a la investigación o estudiar Criminología.

El sueño de Eva es estudiar Neurocirugía en Harvard, «sueño que considero prácticamente imposible, pero lo mismo pensaba de esta beca y aquí estoy», apunta esta joven ponferradina, del colegio San Ignacio. «Los estudios han sido mi prioridad», concreta esta estudiante que practica taekwondo —está a punto de examinarse del cinturón negro—, va a clases de pintura y que ya estudia un Bachillerato Dual Americano en su colegio y forma parte de un club de Naciones Unidas.

Diana viajará de Astorga a Estados Unidos y tiene en mente, tras estudiar Relaciones Internacionales, poder trabajar en una oenegé o en Naciones Unidas. De su viaje de estudios espera poder, además de todo lo demás, «practicar alguna actividad que no haya hecho hasta ahora como gimnasia artística o animación». Alumna del Asturica Augusta, espera «descubrir un país increible, lleno de cultura y lugares maravillosos para descubrir» y que tras su estancia aprenderá a ser «más independiente» y que le ayudará a cambiar «como persona» para evolucionar y madurar.

Para todos se presenta un año cargado de novedades, de nuevos amigos, de cosas por descubrir y de un sello en su pasaporte que supondrá más que una estampa, un curso que guardarán en su memoria.

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