La Policía de San Andrés ‘cazó’ a 30 conductores temerarios y 24 sin carné
El 10% de la 2.321 denuncias de tráfico fue por ponerse al volante bajo los efectos de alcohol o drogas
Las calles de San Andrés del Rabanedo registraron 354 accidentes de tráfico con 43 heridos leves, dos graves y dos víctimas. DL
Aunque la velocidad media de los turismos y las motocicletas que circularon por las calles de San Andrés del Rabanedo el año pasado se situó en unos comedidos 31,38 kilómetros por hora, y la de los camiones y autobuses en 28,75 kilómetros por hora, el rádar ‘cazó’ a 117 imprudentes que pisaron por encima de lo recomendado el acelerador, un 66% más que en 2022.
El grueso de ellos fueron denunciados en el entorno de Villabalter (70), seguidos de San Andrés pueblo (31), mientras el aparato sólo ‘saltó’ 8 veces en el área de Trobajo del Camino, 4 en Pinilla y la misma cantidad en Paraíso Cantinas, frente al cero que registraron el barrio de La Sal, la localidad de Ferral del Bernesga y el camino hacia la base militar Conde de Gazola, en el barrio de Santa Colomba.
La memoria estadística de la Policía Local del municipio revela una mayor actividad del rádar, ya que efectuó 11.821 mediciones en 2023, lo que representa la friolera de un 86,8% más que el año anterior.
Claro que el exceso de velocidad representó una mínima parte del conjunto de 2.321 multas de tráfico, nutridas en un 25% con los conductores que no usaron el cinturón de seguridad (178) o los que carecían de la ITV en vigor (503). No respetar las señales de prohibición y aparcar en la acera se llevaron otros 124 y 102 denuncias.
Pero si algo destaca en esa estadística son las treinta personas al volante acusadas de conducción temeraria o negligente, un 23% más, con persecución policial incluida, y los 119 que cogieron el coche con exceso de alcohol, junto con 108 que lo hicieron tras ingerir drogas.
Las multas de tráfico se tradujeron en 140.000 euros de ingresos para las arcas municipales, pero dejaron un reguero de 354 accidentes, un 18% menos que en 2022, aunque con dos muertos, uno más, que fueron un peatón y un conductor.
Llama la atención que los partes amistosos de accidentes se utilizaron tres veces menos (12 frente a los 30 del año anterior) y los 274 choques, 24 de ellos con 47 víctimas, la mayoría leves.
Según los agentes locales, el despiste del conductor se sitúa en el origen de casi la mitad de los accidentes, seguido de la alcoholemia y las drogas.
En 2023 se atropellaron a 22 animales, entre ellos jabalíes, corzos y zorros, y se produjeron siete colisiones múltiples, además de que 24 personas se pusieron a los mandos de un vehículos a pesar de carecer de carné de conducir.
La hora que acumula mayor número de colisiones es la hora punta de la comida, entre dos y tres de la tarde y la localidad con mayor cantidad de accidentes, Trobajo del Camino (122), que no acaba de quitarse de encima el sambenito, aunque fue escenario de casi una treintena menos de choques.
La avenida de Párroco Pablo Diez, con 53 siniestros, San Ignacio de Loyola, con 27, y Corpus Christi (24) fueron los viales que concentraron el grueso de los accidentes en vías preferentes. Alfageme y Azorín, con sólo 2 y 3 respectivamente se situaron en el otro extremo.