Diario de León

León ya dispone del plan para proteger las casi 90 hectáreas afectadas por el Camino de Santiago

Propone cambios de dirección y sacrificar carriles en Barahona, Renueva y Suero para añadir ciclovías
Editorial: 'Sin disculpas para mejorar el Camino de Santiago'

El plan recomienda mejorar el área de descanso de Puente Castro

El plan recomienda mejorar el área de descanso de Puente Castroramiro

León

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León ya dispone de un Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico del Camino de Santiago en el término municipal, un documento vinculante de casi 600 páginas cuya aprobación definitiva publicó ayer el Bocyl y que permitirá al Ayuntamiento de la capital asumir la competencia para autorizar las obras que se efectúen dentro de ese espacio, que engloba casi 90 hectáreas.

El Plan contempla actuaciones para mejorar la circulación, la accesibilidad, la urbanización y la señalización del Camino. De hecho, tras detectar problemas en el recorrido que efectúan los peregrinos que van en bicicleta en varias calles que ahora poseen un sentido contrario al que marca la senda a Santiago, el documento propone reformarlas. Son Barahona, Renueva y Suero de Quiñones.

En la primera plantea sacrificar un lateral de aparcamiento para semipeatonalizar el vial del tráfico y ganar un carril-bici de 2 metros de anchura, además de sumar una línea de arbolado para dar continuidad al recorrido desde la plaza de Santa Ana.

Igualmente, en la calle Renueva recomienda cambiar el sentido para que los ciclistas a Santiago que salen de la calle Abadía en el límite de la Ciudad Vieja tengan continuidad hacia Padre Isla. Aprecian que esa calle, organizada según el modelo de los años 70, debe modernizarse y ensanchar una acera para incorporar una línea de arbolado o franja vegetal. Esa obra enlaza con los cambios previstos en la avenida de Suero de Quiñones, que cambia también de sentido para circular hacia San Marcos. La idea es eliminar un carril o una línea de aparcamiento para ampliar la acera y añadir carril-bici.

El Plan pretende, por otro lado, mejorar ambientalmente la plaza de San Francisco para evitar el impacto visual negativo en uno de los accesos a la Ciudad Antigua, además de revitalizar Puente Castro, como entrada de los peregrinos, sobre todo, con una actualización de su pavimento y del espacio en torno al Crucero de la avenida de Madrid. También sugiere recuperar el uso peatonal del puente sobre el Torío que ahora es exclusivo para vehículos y crear una zona de mirador por la panorámica de la ciudad que ofrece en la confluencia con el Alto del Portillo.

Los «ojos» del plan especial se posan además en la avenida de Alcalde Miguel Castaño, que posee numerosas naves industriales «que afectan visualmente al Camino» y que se aspiran a «disimular» con vegetación en el carril mediano y más arbolado en la acera de la izquierda. La urbanización en la zona de la gasolinera eliminará la diferencia de cota que existe ahora y se tratará de corregir la «sobredimensión» de la sección en el primer tramo.

El Plan apuesta por catalogar los elementos del conjunto histórico del Camino que «merezcan ser protegidos, conservados o recuperados» y señala como de especial protección el recorrido del propio Camino dentro de la ciudad, el conjunto dentro de la muralla romana, la medieval, las calles y plazas de su entorno, las plazas de san Marcelo, del Ayuntamiento, Mayor y de San Marcos con su puente. También la iglesia del Mercado, la colegiata de San Isidoro, el convento de San Marcos, el Palacio de los Guzmanes y Casa Botines. Busca también potenciar los itinerarios peatonales y la señalética, e incorporar arbolado y vegetación en los tramos que sea posible.

El proyecto estudia la mejora funcional del propio Camino desde el punto de vista del peregrino que lo recorre, teniendo en cuenta cuestiones como las indicaciones, las características y el estado de las calles. El estudio fue redactado por Omicron Amepron SA con un coste de 140.000 euros y analiza las «Áreas de oportunidades» del Camino a su paso por León. Entre ellas, señala la construcción de un mirador a la llegada al municipio.

«Aúna aspectos urbanísticos y culturales que se focalizan sobre la protección de la traza del Camino, del medio ambiente inmediato al mismo, del paisaje, del patrimonio cultural a través del catálogo de los Bienes de Interés Cultural vinculados al Camino, así como de los yacimientos arqueológicos, efectuando un tratamiento pormenorizado de todo su recorrido y atendiendo tanto a los elementos propios del trazado como a los elementos adyacentes que hacen posible su funcionamiento y vitalidad», señala. No obstante, «queda suspendida la reforma del área del Rollo de Santa Ana, sobre la que deberá acometerse una modificación del Plan General de Ordenación Urbana para reconfigurar el Sistema General de Espacios Libres».

Plantea prohibir las señales amarillas porque dan "mala visión"

El Plan Especial de Protección del Camino de Santiago observa hasta seis tipos de señales diferentes que recomienda homogeneizar, así como solventar las marcas trinagulares en el pavimento, porque se encuentran deterioradas y «generan mala imagen». Tampoco aprueba las flechas amarillas que, de hecho, plantea «prohibir» porque constituye un «método totalmente inadecuado, no se encuentra adaptado a la normalización señalética que se persigue y provoca deterioro del espacio y del mobiliario urbano». detecta «la necesidad de mayor claridad y calidad» y sugiere que se desarrolle un plan de señalización más apropiado, dentro del manual acordado por las ciudades del Camino.

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