Javier Vega ensalza las bondades del modelo dual y anima a implicarse con el estudiantado
Los 8.000 alumnos de FP esperan aún a que las empresas les abran sus puertas en marzo
El 96% de las sociedades tienen menos de 10 trabajadores, lo que dificulta la formación
Editorial: Tejido empresarial con escaso margen

Un alumna de FP durante el campeonato de Skills celebrado en el Palacio de Exposiciones de León.
En unos días, desde la Cámara de Comercio y la patronal leonesa se comenzará a enviar a las empresas el recordatorio de que en tan sólo unos meses, entre marzo y abril, deben abrir sus puertas a los alumnos de Formación Profesional que con el cambio normativo deben contar con estancias en empresas en los dos cursos que dura su formación técnica. Extender la FP Dual a todos los ciclos es visto de forma favorable sobre el papel, aunque en una provincia como León todas las partes, tanto Educación como el propio tejido empresarial, ven algo complicado que pueda ejecutarse tal y como consta en la normativa.
Este curso en la provincia de León son 8.000 los alumnos matriculados en FP, en sus tres modalidades: Básica, Grado Medio y Grado Superior. Todos ellos han de contar con una plaza en una empresa de su rama para poder titular y completar sus estudios y su estancia será de 400 horas para los de FP Básica, de 500 los de Grado Medio y 700 los de los ciclos superiores. «Ahora es el momento de buscar empresas desde el propio mundo empresarial», indicó ayer el presidente de la Cámara de Comercio y vicepresidente de la Federación de Empresarios Leoneses, Javier Vega, quien apuntó que la respuesta que dará el tejido empresarial leonés «aún no está clara», en relación a las características del sector, con el 96% de las empresas con menos de diez trabajadores, lo que se considera micropymes.
«Tenemos que ver cómo se encaja a los alumnos», incidió Vega, para recordar que no se trata de una cuestión económica, porque Educación asume todos los costes de la estancia de los alumnos en las empresas. «Se trata de una cuestión de tiempo», especificó, en relación a que una empresa grande puede destinar a varios trabajadores a tutelar a los alumnos durante su periodo de prácticas, «pero en las pequeñas es más difícil, porque a veces destinar estos trabajadores a la formación la paralizaría».
Pese a la dificultad, Vega incide en las bondades de la formación dual. «A medio plazo, si una empresa acoge a uno o dos alumnos en prácticas, las posibilidades que tiene de contratarlos después es muy alta, porque los ha formado acorde a sus necesidades», incidió, para volver a remarcar que el problema en una provincia como León está las características del tejido empresarial, nutrido fundamentalmente por pequeñas empresas que no tienen capacidad de personal para dedicar tiempo la formación de los alumnos, ya que la FP Dual requiere la implicación de un tutor que consiga que el estudiante complete su formación teórica del aula con el contexto real que ofrece la realidad del mercado laboral. Según el INE, con los datos cerrados de 2023, en la provincia leonesa hay cerca de 28.000 empresas, de las que casi 26.900 tienen menos de una decena de trabajadores, ese 96% que serán las que más dificultades tendrán a la hora de acoger a los alumnos en formación dual durante largos periodos.
«Todo el mundo ha de colaborar, si no esto no funciona», resumió Vega para animar a las empresas a que se impliquen en la formación del alumnado de FP, lo que repercutirá también de forma positiva en el mercado laboral que requiere de perfiles cualificados. Así, desde la Cámara y la patronal enviarán a las empresas la información para que se impliquen en este proceso formativo que tendrá su contraprestación con trabajadores adaptados a sus necesidades.
La FP ha cogido fuerza en los últimos años y ha dejado de ser el patito feo de la educación a que el mercado laboral reclame a sus alumnos por su alta formación práctica, algo que aumenta considerablemente con el modelo dual.