El mejor control obliga a efectuar un mínimo de tres ecografías

Desde su aparición en la década de los cincuenta, el diagnóstico por ultasonidos se ha convertido en el método de diagnóstico más eficaz para la detección de ciertas malformaciones y para el seguimiento puntual y correcto del embarazo. Como mínimo, está recomendada la realización de tres ecografías en el transcurso de la gestación, coincidiendo con los tres trimestres en los que, medicamente, se divide el embarazo. La ecografía de primer trimestre, aconsejada entre las 8 y 12 semanas de gestación, permite determinar la implantación correcta del feto, verificar la existencia de ese embarazo y objetivar algunas malformaciones como el síndrome de Down mediante la observación de ciertos rasgos en el feto. Así mismo, con esta prueba se puede determinar con un mínimo margen de error la edad gestacional. No obstante, la ecografía de segundo trimestre es la más importante, según explica el doctor José Luis Díez. Se lleva a cabo alrededor de las 21 semanas de gestación y es la última opción de diagnóstico de malformaciones estructurales dentro del plazo legal establecido para recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo. Esta prueba sólo permite ver las malformaciones estructurales por lo que para la detección de alteracioens cromosómicas es necesario efectuar otras pruebas como la amniocentesis que se efectúa mediante la extracción de líquido amniótico para el análisis de posibles alteraciones genéticas. «En el segundo trimestre se diagnostican prácticamente el 80% de las malformaciones del feto, existe un 20% más que o no se puede detectar o pasa desapercibido en las pruebas por distintas razones», apunta José Luis Díez. La ecografía de tercer trimestre es aconsejable entre las 28 y las 34 semanas de gestación y se usa, principalmente, para determinar la salud general del bebé y su tamaño. En esta pruebas es posible ver la madurez de los órganos.