| Reportaje | De coros y cartas |
Los niños recogen el ramo
El Colegio Leonés cierra la serie de interpretaciones de los autos sacramentales más característicos de la Navidad y los carteros reales prosiguen recogiendo ilusiones
Los escolares portan el ramo que depositaron como ofrenda en el belén
Recuperar las tradiciones y acercar a los más jóvenes a la cultura popular. Con este objetivo, la ciudad ha acogido en estos días plagados de celebraciones y de compras una de las iniciativas navideñas más atractivas: la interpretación de un ramo navideño por parte de alumnos de diferentes colegios de la capital. La actuación de ayer de los chicos del Colegio Leonés -dirigidos magistralmente por los voluntariosos profesores Alicia Aguilar e Hipólito del Corral- en la plaza de San Marcelo cerró una serie de actos en los que han participado siete centros educativos y que ha pretendido acercar a los jóvenes y a la ciudad la tradición del ramo. El ramo navideño es la forma más simple de un auto de Navidad. Las ofrendas se colocan en un armazón de madera y los intérpretes cantan textos de versificadores locales . Este acto tuvo una importante raigambre en las pueblos de la provincia durante décadas. La iniciativa que este año ha puesto en marcha el ayuntamiento de León y que ha sido coordinada por la incombustible Concha Casado ha llamado la atención de los viandantes en las tardes de la navidad leonesa. El acto es sencillo pero emotivo. Uno de los chicos del coro recogía la ofrenda del interior de la antigua casa consistorial. Desde allí, y acompañado por sus compañeros, la trasladaba en procesión hasta el belén situado en la plaza de San Marcelo. Una vez allí, los alumnos entonaban el ramo navideño, siguiendo el texto tradicional escogido. En más de una ocasión a lo largo de la Navidad, los jóvenes han interpretado algunos villancicos para cerrar la actuación. Además del Colegio Leonés, han intervenido a lo largo de estas fechas los centros de La Anunciata, Santa Teresa, Eras de Renueva, Anejas, Quevedo y Antonio Valbuena. La interpretación del ramo navideño por parte de los alumnos del Leonés no fue, obviamente, el único acto que vistió ayer de color las calles de la ciudad. Los carteros reales continuaron ayer su frenético trabajo para llenar sus sacos con las misivas de los niños (los únicos que en estos tiempos continúan escribiendo cartas repletas de ilusión y sentimientos), cargadas de sueños y de urgencias de cara a la noche del 5 de enero. En esta ocasión, los carteros reales hicieron acopio de peticiones en Eras de Renueva y El Crucero, antes de afrontar hoy su última jornada laboral.