Diario de León

Doscientos leoneses afincados en la capital celebraron su tradicional cocido maragato

La Casa de León premia al presidente de la Caja y a la saga García-Gómez

La amplia familia de empresarios explota varios negocios de pescaderías en Madrid

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B. Fernández - madrid
León

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La Casa de León en Madrid convocó la XXIII edición del cocido maragato que, como cada año en estas fechas, reúne a parte de esa gran familia compuesta por leoneses «transterrados» en la capital. En esta ocasión, los 200 comensales -que podrían haber sido más si el comedor hubiera sido más grande- compartieron el recibidor del hotel Wellington durante algunos minutos con celebridades como Isabel Pantoja y Julián Muñoz, que desaparecieron misteriosamente cuando vieron llegar a los periodistas que cubrían el evento. En realidad nadie les prestaba atención. Reconocimiento a leoneses Los verdaderos protagonistas de la comida-homenaje eran Victorino González Ochoa, presidente de Caja España, y la familia García-Gómez, que es un referente hostelero del marisco en Madrid. Según destacó el presidente de la Casa de León, Rafael Álvarez, «esta comida supone uno de los cuatro actos cumbre organizados en Madrid, ciudad que se está convirtiendo en la segunda capital de León, con cerca de 70.000 leoneses. Y cualquiera que conozca a un leonés, sabe cuánto significa para él su terruño» Lo cierto es que León está de moda. Al menos ése fue el comentario más repetido durante el «cocido de las 10 carnes», elaborado íntegramente con productos de la tierra y regado con vino leonés. Origen del cocido maragato Durante el pregón, Victorino González Ochoa, galardonado con la insignia de la Casa de León, por «ser motor de cambio y máximo hacedor de la Astorga actual», dio un repaso histórico sobre la comida. «La peculiaridad de este cocido es que se degusta al revés -declaró ante los asistentes- Primero se toma la carne, después los garbanzos y finalmente la sopa. Dicen que tiene que ver con una batalla librada por tropas napoleónicas en Castrillo, que quisieron comer primero lo más sabroso, la carne, antes de ir al combate». Otros autores relacionan este orden de la comida con el fácil transporte de la carne y los garbanzos a los campesinos en el campo, de forma que dejaban la sopa para la cena. Sea como fuere, hasta las cinco de la tarde los comensales no habían probado aún la sopa, seguida después por el postre. Llegaba el turno del homenaje para la familia hostelera García-Gómez, por «su apoyo a nuestras tierras, a su gastronomía, sus paisajes y sus gentes». Con actos como éste, la Casa de León se mantiene como referente de eventos culturales, sociales, políticos y económicos, relacionados con todo lo leonés en la capital. «Cualquiera que conozca a un leonés sabe cuánto significa para él su terruño» RAFAEL ÁLVAREZ Presidente Casa de León en Madrid

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