Elogio del rector Andrés Suárez

Muy penosa es la noticia de hoy, (por ayer) día 20 de mayo del 2005, que da cuenta del fallecimiento del gran profesor Andrés Suárez, primer rector de la Universidad de León entre 1982 y 1984, una Universidad sépalo todo el mundo, que debe su incorporación al elenco de las universidades españolas porque Andrés Suárez con toda limpieza había batallado a favor de la misma desde su puesto crucial de director general de Enseñanzas Medias en el Ministerio de Educación Nacional. Pero hay un aspecto en la brillante carrera universitaria de mi gran amigo Andrés Suárez porque poco antes de obtener merecidamente la Cátedra de Producción Animal en la Facultad tan prestigiada en la Ciencia Veterinaria de España y Europa Occidental, había formado en el ambiente tan selecto y universitario del Colegio Mayo César Carlos, sobre todo en los tiempos prometedores que siguen a la designación de Joaquín Ruiz Jiménez como ministro de Educación. Nombramiento que supuso la recuperación de varios exiliados de gran reputación, no siempre bien acogidos por aquellos que disfrutaban del botín que venían y derivaban ineluctablemente del resultado de la Guerra Civil, y los hombres y la memoria les recuerda a todos. Ruiz Jiménez terminó con el sistema de la designación ministerial de los cinco miembros de la oposición a cátedras de Universidad, restableciendo la presencia obligada de por lo menos tres miembros designados automáticamente por el escalafón, como se hacía en la Segunda República, Andrés Suárez con méritos indiscutidos fue de los primeros beneficiados, y en esta nueva etapa -que ya no se ha perdido- ingresamos una generación que sin duda ha mejorado la Universidad Española y que nadie olvide que Andrés Suárez fue el primero de ellos. *Fabián Estapé es profesor emérito de la Universidad de Barcelona.