Las áreas rurales de salud pierden el 30% de pacientes en cinco años

La población asistida en los centros de salud rurales ha caído casi un 30% desde hace sólo cinco años, dentro de una pérdida del número de usuarios superior al 2% en todo el territorio provincial. De esta manera, el índice de población asistida radicada en zonas urbanas ha pasado del 49 al 58% en un lustro. No obstante, pese a ese desplazamiento hacia las áreas de influencia de las urbes, León sigue siendo la provincia con más población dependiente en núcleos rurales, duplicando prácticamente las cifras de provincias como Salamanca o Valladolid. Los últimos datos facilitados por Sanidad Asistencia de Castilla y León, Sacyl, recalcan que algo más de 305.000 tarjetas de asistencia sanitaria están adscritas a centros urbanos o semiurbanos, es decir, en municipios de más de 10.000 habitantes, una cifra que supone un incremento de poco más del 9% respecto a los números registrados hace un lustro. La alta mortalidad en los núcleos rurales (debido al envejecimiento de la población que afecta fundamentalmente a los pueblos) y la pérdida de población general en la provincia explican estos datos que contrastan con un crecimiento de la población asistida en prácticamente todas las provincias de la autonomía. Las grandes caídas Las pérdidas más importante de población se producen en la montaña oriental, con zonas básicas como Riaño que han visto descender su población en un tercio desde el año 2000, o en Tierra de Campos. De hecho, según los datos que maneja Sacyl se ha pasado de una zona básica de salud con 2.981 tarjetas individuales de asistencia en ese año a poco más de 1.800 en el ejercicio actual. La zona básica de salud de La Cabrera se encuentra, también, en las de una mayor caída población pasando de 2.213 tarjetas de asistencia a 1.516 en el año 2006. Estos movimientos de la población generaron la reestructuración de todas las zonas básicas de salud de la provincia, en el año 2001, para poder acomodar el número de profesionales a la cifra de pacientes asignados dejando cupos que no superasen, en las zonas rurales, las 500 tarjetas para prestar una asistencia idónea dentro de una gran dispersión de población. Con esas primeras medidas, médicos asignados a los centros de salud rurales de Sahagún, Valderas, La Cabrera y Valencia de Don Juan fueron reasignados en León. Desde entonces, el descenso continuado del número de tarjetas asignadas por médicos no se ha frenado. Pese a los movimientos demográficos desde los núcleos rurales hasta la zona de influencia de la capital, en el área de salud de León, y de Ponferrada, en la del Bierzo, no existe un incremento significativo en el número de tarjetas asignadas en estos centros de salud debido, fundamentalmente, a la creación de nuevas zonas básicas como la de Trobajo-Valverde, desgajada de San Andrés del Rabanedo. La Gerencia de Sacyl está estudiando ahora la disgregación de la zona de Villaquilambre, uno de los pocos municipios con un incremento sustantivo del número de tarjetas sanitarias asignadas.