Para ser feliz quiero un avión...

Fueron en un turbohélice y regresaron en un reactor. Como si de la familia del novio se tratara, la comitiva llegó a Alverca para recoger a la novia y llevarla a casa. En la sede de Ogma, donde Embraer centraliza para toda Europa sus labores de mantenimiento, la primera impresión pasó de la expectación al entusiasmo. Los socios de Agelco no cesaron de piropear al nuevo aparato, su dimensión, aerodinamismo y lo vanguardista de los colores corporativos que lucen en el avión. El reactor aguardaba en uno de los hangares del inmenso complejo, que la comitiva recorrió para comprobar el potencial de su vendedor. Antes, en el viaje de ida, cava rosado en copa fina para brindar ante la nueva etapa y canapés variados. A la hora de volver, decenas de fotografías a pie de escalerilla para inmortalizar la efeméride. Una vez en el vuelo, los elogios se multiplicaron. «¡Vaya diferencia!», comentaban los accionistas. A la llegada a León, los presentes no ocultaron su sorpresa. Agelco no invertirá en medios de comunicación El presidente de Agelco y de Lagun Air, Ignacio Tejera, aprovechó su presencia en el viaje inaugural del nuevo reactor para negar cualquier intención de su grupo en realizar inversiones en medios de comunicación. «Quiero aprovechar esta ocasión -dijo Tejera a los periodistas- para afirmar que Agelco no tiene ningún interés en entrar en ningún medio de comunicación y, por descontado, tampoco en el Diario de León». Precisó que tampoco ha existido contacto alguno con empresarios de la comunicación en el sentido indicado. «Agelco -añadió- seguirá apostando únicamente por los sectores inmobiliario y aeronáutico». De esta forma, Tejera salía así al paso de rumores recogidos como noticia por un periódico de León, eludiendo el mínimo compromiso profesional de contrastar lo publicado con las partes directamente afectadas.