La merienda de los Guzmanes
Pasan los días y los meses y ya nadie se acuerda de la amenaza de expulsión contra Otero y Rubinat. Y es que la UPL también es una merienda y no va ni para adelante ni para atrás
Yo oposito, tú opositas, él oposita, nosotros opositamos.... Éste es el verbo que van a tener que aprender a conjugar los diputados socialistas que, tras la marcha del padre que ahora para en Paradores, y la inminente llegada de Francisco Fernández, ven cómo su estrategia de grupo se ha venido abajo. Y es que la marcha del padre, además de huérfanos, les ha dejado sin saber qué hacer, aunque algunos de ellos nunca supo de dónde le soplaba el viento. Hasta ahora, la estrategia era clara: en la Diputación no se puede hacer oposición porque con ella no se consigue dinero para los pueblos. Y ellos van y se lo creen. Esa estrategia le vale a la presidenta, que con ese y otro dinero tiene bien sujetos a los jefes comarcales de su partido y así no corre el riesgo de que se le vayan a comer a lugares alejados de sus territorios y de la capital. ¿Pero al PSOE? ¿De verdad han revisado bien todo el dinero que se reparte? ¿Seguro? Que lo hagan. Y cuando lo inspeccionen descubrirán cómo en algún lugar, y no precisamente de La Mancha ni del PSOE -salvo en territorios puntuales del Bierzo-, se lo están llevando calentito. Pero ellos a los suyo: a las beatificaciones y a los proyectos de altura que duran y duran casi tanto con las pilas del conejito, pero que no acaban por concretarse. Y así, llegados a este punto, se han comido ya un año de mandato, que la presidenta se ha merendado sin despeinarse. Y es que le están dando más problemas los suyos, que no acaban de obedecerle en todo lo que ordena, que los caballeros del PSOE. Por cierto, Silván dice que no importan los plazos, que lo que importa es que haya voluntad de hacer las autovías. Si esa voluntad es la misma que la de San Glorio o la del circuito de La Bañeza...