| Crónica | La implicación de la ciudadanía |
Escuchar a la infancia relegada
Juan Soñador estrena mañana «Nueva temporada», una obra de teatro que analiza el papel de los medios de comunicación en el tratamiento de los problemas de la infancia
Los voluntarios actores, en el escenario, junto a Javier R. de la Varga, Héctor Alonso y Juanjo Ruiz
león
La Fundación JuanSoñador ha volcado sus actividades en abrir los oídos para escuchar a los menores y adolescentes. Sus programas de actuación con la infancia en riesgo de exclusión social están orientados a darles un protagonismo perdido en las familias y en la sociedad, que han dejado de escuchar sus necesidades para imponerles su propio modelo de vida. La de ser escuchados es la primera reivindicación de los menores que, para sentirse parte de un grupo y alejarse de la soledad se lanzan a la calle o se adentran en el complejo mundo de Internet. «Es un problema de educación. La gente no se siente responsable de lo que sucede en la calle. Las asociaciones de vecinos prácticamente han desaparecido, las Ampas tienen verdaderas dificultades para formar una junta directiva, a las charlas para alertar de los riesgos en la infancia no acude casi nadie y las personas ya no hacen ciudadanía para ayudar a los niños y niñas. La sociedad de consumo lo soluciona todo y las administraciones se frotan las manos porque así hay menos gente que les plantea problemas». Esta radiografía social viene de Juanjo Ruiz, coordinador social de la fundación, una iniciativa social de la Familia Salesiana de la zona del Noroeste de España con sede en León.
JuanSoñador estrena mañana en el Auditorio Ciudad de León la obra teatral
, un montaje coordinado por Héctor Alonso y dirigido por Javier R. de la Varga que pretende, con una crítica dulce, remover conciencias. «
es un guión de creación colectiva que nace de un proyecto denominado «teatro herramienta» de sensibilización que pretende dotar a los voluntarios de JuanSoñador de recursos suficientes para su trabajo diario», como lo define De la Varga.
La infancia y los medios
La obra vuelve los ojos al papel de los medios de comunicación y al modo en que éstos tienen de presentar, tratar y, en ocasiones utilizar, la problemática de los menores de edad, «no es tanto una crítica a los medios de comunicación como a la sociedad consumidora de esos medios. En un momento determinado en un programa de televisión se habla de la violación a una menor y a continuación hacen telepromoción de un colchón. Este planteamiento diario consigue la insensibilización e inmuniza a la sociedad ante el dolor, por eso necesitan utilizar recursos cada vez más crudos que consigan impactar», afirma De la Varga.
Las dos realidades sociales, la de la exclusión por exceso de utilización de las nuevas tecnologías, como la que provoca la carencia de recursos, tienen las mismas caras en la problemática infantil y juvenil. «Hay una dialéctica entre el chaval que no pisa la calle y que sólo mira el mundo a través de las nuevas tecnologías y el que se pasa horas en la calle. Los que pasan horas en la calle son los que tienen riesgo de exclusión. Es una sociedad desequilibrada en la que o tienes todo o no tienes nada. El chaval que está en la calle ve la realidad de manera diferente al que la mira a través de las nuevas tecnologías», aclara Héctor Alonso, coordinador del proyecto
. «Los chicos y chicas que están en la calle no se sienten solos, están con su camarilla y tienen muchos amigos. Tienen una actitud de riesgo, pero desarrollan relaciones humanas más ricas». «Con la obra que estrenamos mañana nos referimos a todos los chicos y chicas que tienen los mismos problemas de fondo. Si no les damos protagonismo a los chavales van a tener una adolescencia muy problemática», puntualiza Juanjo Ruiz.