Cruz Roja, voluntarios de la solidaridad

madrid

Ayer, en la base de Torrejón de Ardoz, frente al poderío militar y ante la vanguardia en materia de emergencia que supone la UME, estaban los voluntarios de Cruz Roja, llegados de toda España para representar a la entidad ante la firma del convenio. Llevaron sus mejores vehículos, sus últimas instalaciones, su versatilidad y su vocación solidaria, que al margen de voluntarismo, por lo que allí ofrecían, también pasa por la tecnología y la metodología de trabajo. Para atender, por ejemplo, a heridos leves o muy graves, o para saber dónde está una ambulancia.

Uno de los vehículos que destacaba, recogido, una furgoneta de Cruz Roja aparentemente sin más, era nuevo: un centro móvil de coordinación. Con ordenadores, pantalla de proyección, mesa de trabajo, telefonía móvil, satélites, radio digital, sistema analógico-¦

En definitiva, un todo sobre la comunicación para mantener contacto con las unidades, sean de la naturaleza que sean. Allí mismo, Alberto de Castro, director de Operaciones de Cooperación Internacional, explicaba que se trataba de abarcar todos los escalones posibles. «Ahí están los sistemas más avanzados pero si fallan, hay la posibilidad de bajar un escalón y utilizar lo analógico», relataba De Castro.

Es decir, que en el caso de Cruz Roja, la solidaridad es algo que se renueva a través del aprendizaje y la constante práctica.