El poblado prerromano de Castrillo es el más antiguo hallado en la provincia
La última excavación revela restos de cuatro viviendas y una habitación circular
Los técnicos y las autoridades conversan sobre los nuevos hallazgos en el castro de La Magdalena.
El poblado prehistórico del castro de La Mesa o de La Magdalena, asentado sobre un cerro en las cercanías de Castrillo de los Polvazares, es el más antiguo de carácter estable en el noroeste de la meseta, en concreto en León. Así lo aseguró ayer Jesús Celis, director del Instituto Leonés de Cultura (ILC) en la presentación de las conclusiones de la tercera fase de la excavación arqueológica en este yacimiento. La intervención fue dirigida a tres bandas por Celis, la arqueóloga municipal de Astorga, Ángeles Sevillano, y el arqueólogo Fernando Muñoz.
El asentamiento prehistórico está datado en un momento de transición entre la Edad del Bronce y la del Hierro -hacia el año 800 a.C .- , y para Celis «es sin duda, el primer poblado estable de la comarca».
La tercera campaña en el castro se desarrolló entre el 19 de julio y el 6 de septiembre, en la zona sureste del cerro, y afectó a una superficie total de 200 metros cuadrados. Los vestigios hallados corresponden a época romana. Muñoz los situó en el momento de creación de Astúrica Augusta. Consisten en restos de cuatro viviendas construidas según la fórmula empleada 300 años antes de Cristo, «luego los pobladores de este asentamiento construían como sus abuelos o bisabuelos», dijo Muñoz.
Las viviendas constaban de diversas habitaciones, una de las cuales tenía forma circular y un banco comunal pegado a la pared. «Las fuentes clásicas, al hablar de los pueblos del norte, decían que comían situados en función de su edad», explicó el arqueólogo. También aparecieron restos de una acera «que sirve como muro de contención para los empujes del cerro», y una zona de tierra oscurecida «tal vez debido al incendio de un tejado, realizado con material vegetal», añadió. La intervención, además, permitió localizar algunos niveles de tierra del poblado prerromano, aunque los técnicos no excavaron en esta ocasión ninguna estructura de esta época porque prefirieron avanzar en el estudio de la zona romana, dijo Muñoz.
El castro de La Magdalena ocupa una hectárea y media, superficie mínima que ocuparía a su vez el poblado prehistórico, que ya ha sido datado en varios puntos del cerro en campañas anteriores, explicó Celis. Además, los expertos consideran que el recinto debería reservar espacio para instalaciones complementarias, como cuadras de ganado. Sobre las estructuras prerromanas, fundamentalmente de madera, han aparecido las de época romana, mucho más consistentes y mejor conservadas.
La investigación en campañas anteriores utilizó un georradar sobre el castro, que es el primero en León analizado con esta técnica, precisó ayer Celis. La iniciativa permitió documentar las estructuras de la época de ocupación romana -"calles, murallas y edificios-", no tanto las anteriores -"cabañas-", al ser más endebles, dijo Celis.
