Cuatreros en el Valle del Eria

No alcanza para un western ni es de anuncio de Marlboro, pero, atendiendo a su significado de ladrones de ganado, los cuatreros habrían actuado en el valle del Eria si se confirma la denuncia interpuesta por un ganadero de Felechares de la Valdería (Castrocalbón) ante la Guardia Civil. El pastor reconoce que no sabe qué ha ocurrido exactamente con sus ovejas, en una historia en la que se juntan churras y merinas en el mismo rebaño de una explotación de ovino de aptitud cárnica.

Pablo Aldonza, de 48 años y ganadero desde chaval, echó en falta «entre 40 y 50» reses de su rebaño, de aptitud cárnica, el sábado pasado, iniciando entonces una búsqueda por la zona en busca de las ovejas. «Del 15 al 16 de febrero encontré la manilla de la puerta rota y, aunque no habían forzado la puerta, es posible entrar la majada por una ventana y, después, abrir las puertas por dentro sin necesidad de forzar la cerradura», explicó. El recorrido del ganadero por la zona no dio fruto, motivo por el que el lunes comentó el incidente «en la unidad veterinaria» y, posteriormente, denunció la desaparición ante la Guardia Civil.

Los ladrones de ganado habrían sustraído parte del rebaño «poco a poco, porque, si no las hubiéramos echado en falta antes». A esto se une que, en la actualidad, «tenemos pocos corderos, por lo que no están separadas, y es entonces cuando se hubiera notado mucho» la falta de reses.

La majada de Aldonza se encuentra en la zona del puente sobre el río Eria, en la afueras de la localidad, y la casa más cercana a la explotación «sólo la ocupan en verano y vacaciones. Hay un trozo hasta las casas que habitualmente están habitadas».

El recuento de los animales se efectuó el miércoles, «cuando los veterinarios realizaron el saneamiento de la explotación». En total, 173 ovejas de raza churra y merina para la cría de lechazo de carne.

Según los datos de la Lonja Agropecuaria de León, la oveja merina viva cotiza a 75 euros la unidad, si bien fuentes del sector apuntan que el precio se encuentra en función del estado de los animales, pudiendo pagarse precios de 20 euros por animal, e incluso menos, en función del estado de los ejemplares y del acuerdo que alcancen quienes cierran la operación. Así, la pérdida del ganadero de Felechares puede situarse entre 1.000 y 3.750 euros.

Sin sospechas

Pablo Aldonza señaló que en el pueblo no se han visto en los últimos días personas o vehículos desconocidos o que hayan levantado sospechas. En cualquier caso, aunque el robo se hubiera efectuado poco a poco, los ladrones habrán necesitado al menos un furgón para trasladar las ovejas al lugar donde ahora pacen.

Un suceso similar se produjo no muy lejos de Felechares de la Valdería en el 2011, cuando los cuatreros se llevaron de una nave de Jiménez de Jamuz 4 cabras y 12 cabritos —estos últimos ya listos para su venta—. Pero entonces se encontró reventado el candado de una de las puertas que daban acceso al aprisco del valle vecino.