Diario de León

ECONOMÍA Y CAMPO

La Azucarera fija en 10.000 hectáreas el reto de su planta en La Bañeza para 2020

Dujo apuesta por reducir costes y mejorar la calidad para ganar el mercado interior

García, Medina y Domínguez, durante la sesión informativa

García, Medina y Domínguez, durante la sesión informativa

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A. DOMINGO | LA BAÑEZA
León

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Azucarera Iberia espera que en el 2020 su fábrica de La Bañeza reciba remolacha de 10.000 hectáreas de cultivo, con 1.100.000 toneladas de producción de raíz frente a las 6.855 hectáreas sembradas para esta campaña, con cerca de 761.800 toneladas contratadas. El director agrícola de la filial de British Sugar, Pablo Domínguez, facilitó las cifras del reto en una jornada sobre el futuro del cultivo organizada por Asaja, en la que también intervinieron el presidente de esta organización profesional en la Comunidad, Donaciano Dujo, y el alcalde de La Bañeza, José Miguel Palazuelo.

Los remolacheros y la industria estrenan con las siembras de este año la reforma de la Política Agraria Común (PAC), el Programa de Desarrollo Rural (PDR) de la Junta y un Acuerdo Marco Interprofesional (AMI), bajo una filosofía de incremento de la productividad y el abaratamiento de costes ante el final de las cuotas en el 2017. El mensaje para los agricultores en la jornada informativa es que PAC, PDR y AMI son los bueyes con los que hay que arar en un clima de colaboración entre las partes agrícola e industrial para ganar el mercado interior.

En palabras de Dujo, se trata de «poner puertas en los Pirineos» a la entrada en España del azúcar de Francia y Alemania «o desaparecer». Mientras que el director agrícola de Azucarera mostraba en un gráfico cómo de 500.000 toneladas de azúcar que asigna a España la Organización Común de Mercado (OCM) se puede llegar a duplicar la cantidad en el mejor de los casos —el azúcar de importación abastecería las otras 300.000 toneladas que se consumen— o, por el contrario, que sean las importaciones las que copen el mercado español, dejando la menor porción de la tarta a la industria y los remolacheros españoles. En un mercado libre ambas situacines son posibles, explicó.

Dujo apuntó que los cultivadores cobrarán el pago acoplado de la PAC (990 euros por hectárea) y del PDR (unos 400 euros por hectárea) «en la misma campaña», siempre que no existan retrasos en el último, como ha sucedido en los últimos años, y destacó que el remolachero «es el único sector que conoce el precio y sabe que lo tiene vendido hasta el 2020», gracias al AMI. Este periodo debe servir para «reducir los costes de producción e incrementar el rendimiento por hectárea y la producción», retos en los que la comisión técnica —con representación de las organizaciones profesionales y la industria— que crea el acuerdo interprofesional tendrá un papel fundamental.

Será ésta la que definirá las prácticas que deberán seguir los agricultores para conseguir una remolacha con mayor calidad tecnológica, que permite obtener más azúcar de una remolacha con la misma riqueza y a un menorcoste . Los agricultores conocerán la calidad tecnológica de la remolacha que han entregado en esta campaña, «a título informativo», matizó Domínguez, que expuso la intención de la industria de repartir el ahorro que consiga gracias a la mejora de la calidad tecnológica una vez que se implante.

Azucarera ve en el AMI «un punto de encuentro» de industria y productores para hacer frente al mercado libre, después de años «haciendo cada uno la guerra por su cuenta». Mercado en el que el efecto esperado de mayor producción para 2017 «se ha adelantado», provocando una importante caída de precios. Así, se ha pasado de un máximo de de 720 euros por tonelada de azúcar en 2012, a los 450 actuales.

La incertidumbre de un escenario sin cuotas, lleva a Azucarera a reducir sus costes de producción, pero apuesta por la estabilidad de los cultivadores y les asegura la rentabilidad, añadió el director agrícola, que apuesta por lavar la cara a un cultivo «con mala imagen», cuando se trata de «un gran producto, con unos agricultores muy profesionalizados». Domínguez fue categórico al señalar que «España es el único país de Europa que ha firmado un AMI para cinco años», un acuerdo «valiente» por su duración y «sostenible, porque no está hecho para una o dos campañas, sino para durar muchos años».

«Recudir la brecha»

Por su parte, el director general de Política Agraria Comunitaria de la Junta de Castilla y León, Juan Pedro Medina, apuntó antes del encuentro con los agricultores que la remolacha se convierte en una alternativa «para el monocultivo del maíz que se da en algunas zonas de León». Medina recordó la reforma de 2006, en la que España abandonó un 50% de su cuota por mantener las ayudas al cultivo, y apuntó que el objetivo del sector consiste en reducir «la brecha entre consumo y producción» de azúcar.

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