POLÍTICA Y MEDIO NATURAL
Una gestión para las siete reservas
La iniciativa pretende ofertar «un gran producto» sin perder la identidad de cada espacio protegido. La Junta y los municipios buscarán estrategias para rentabilizar estas áreas
Medio Ambiente y los ayuntamientos acordaron ayer el punto de partida
A. Domingo | Riolago
Los representantes de las siete reservas de la biosfera de la provincia y la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León iniciaron ayer los contactos para aunar la gestión de estos espacios naturales, de forma que aumente su repercusión en el desarrollo social y económico del norte de la provincia.
Presidió el encuentro, celebrado en el Palacio de los Quiñones, en el Parque Natural de Babia y Luna, el consejero del ramo, Juan Carlos Suárez-Quiñones, al que acompañó el director general de Medio Natural, José Ángel Arranz. Alrededor de treinta municipios, representados por sus alcaldes o concejales, además de técnicos de las reservas tomaron parte en la reunión.
La reunión de Riolago supone «un paso más», señaló el consejero, para que la suma de esfuerzos se convierta en un mayor potencial de estas reservas, que podría terminar en la creación de la Gran Reserva Cantábrica —un proyecto de la Unesco, que engloba un territorio comprendido entre la provincia de Burgos y Galicia—, aunque no es éste el objetivo de la siete reservas leonesas, ya que el consejero y los presentes coincidieron en la necesidad de mantener la identidad de cada una de éstas.
El obstáculo para un gestión conjunta se encuentra en que no todos los espacios «están en las mismas condiciones, en función de sus recursos y de lo que se ha podido desarrollar», lo que complica la «lograr la sintonía» de los diferentes territorios. «En todo caso, es preciso un esfuerzo común que dé lugar a un producto concreto», puntualizó Suárez-Quiñones, que mostró su satisfacción porque «alcaldes de muy diferentes sensibilidades» estén de acuerdo en la consecución de este objetivo.
Fijado el objetivo, las reservas de la biosfera leonesas y la consejería definirán en nuevas reuniones las estrategias para la gestión de los recursos de las reservas».
Alto Bernesga, Ancares Leoneses, Babia, Los Argüellos, Valle de Laciana, Valles de Omaña y Luna y Picos de Europa son las siete reservas de la provincia. En el resto de Castilla y León existen, además, las de San Ildefonso-El Espinar, Sierras de Béjar y Francia y Meseta Ibérica —esta última, declarada el año pasado, incluye territorios de Zamora, Salamanca y Portugal—. La más grande de las leonesas es la de Omaña y Luna, con seis municipios y más de 81.000 hectáreas de extensión, mientras que la menor en extensión es la de Laciana, con 21.700 hectáreas, y un solo municipio en su territorio.