Tierra de León afrontará su peor año sumando calidad y promoción

maría carnero | león

No ha sido una buena campaña para la Denominación de Origen Tierra de León, probablemente la más castigada de toda la comunidad por las devastadoras heladas que afectaron a su principal zona de producción la pasada primavera, y que dejaron gravemente heridos a sus viñedos. Así lo refleja el informe de vendimia 2017 que arroja pérdidas en la producción de hasta el 70%, respecto al año pasado, con una recogida de uva de 1.317.000 kilos, lejos de los más de 4,2 millones del 2016 y de la cifra record de 4,6 millones alcanzada en 2015.

Para dar cuenta de este informe y hablar de los planes de futuro de Tierra de León, su nuevo presidente, Rafael Blanco, acompañado por el director técnico, Alejandro González, y el vicepresidente de la DO, José Manuel Fernández, visitó al presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, al que trasladó su agradecimiento por su apoyo y dedicación a la promoción del vino. Por su parte, el presidente brindó su colaboración a los viticultores para «crecer y mejorar, porque ello redundará en beneficio de los pueblos del sur de la provincia». Martínez Majo destacó la importancia del sector del vino como «pieza clave en nuestra tarea de crear riqueza y empleo en el medio rural».

En su primera comparecencia pública ante los medios Rafa Blanco explicó algunos de los objetivos en los que actualmente trabaja la DO. Por un lado, la oportunidad que supone para el sector que León sea Capital Española de Gastronomía el año que viene, para lo cual pidió «complicidad y apoyo» a los medios de comunicación locales, y por otro, la hostelería, sector para el que se está desarrollando un plan de trabajo específico, que se concretará en el futuro.

El presidente aseguró que la actual campaña «ha supuesto una situación sin precedentes para los viticultores que en muchos casos tuvieron que renunciar a la vendimia para no agravar las pérdidas e intentar cubrir los mercados con las reservas que hay en las bodegas». La situación también es complicada para el propio consejo cuyos ingresos se canalizan a través de las cotas de calificación y certificación y que por tanto se reducen en la misma proporción que la producción, y que igualmente sufrirá el efecto «arrastre» de los tintos.

Blanco criticó las acusaciones vertidas por un sindicato agrario contra la DO del Bierzo por supuestamente falsear las cifras de producción para justificar la compra de uva exterior a su zona. «Alimentar este tipo de dudas sin prueba alguna nos parece un ejercicio de total irresponsabilidad que no ayuda al sector», explicó el presidente, que aclaró que una cosa son las previsiones de la cosecha y otra lo que finalmente se recoge. En este sentido concretó que en el caso de Tierra de León se preveía una recogida de casi dos millones que luego quedaron en 1,3 ya que «mucha uva no compensaba recoger».

El director técnico, Alejandro González, explicó que en un principio, tras las heladas del 27 y 28 de abril, se elaboró un informe en el que se estimaron daños del 85%, lo que «nos obligó a solicitar la declaración de zona catastrófica de la que esperamos respuesta». Tras el verano, aseguró que en algunas zonas la vid presentó algunas mejorías, por las diferencias en el ciclo vegetativo, «que no han sido suficientes para paliar los daños que finalmente quedaron en el 70%». Como aspectos positivos González destacó que el Prieto Picudo sigue siendo la variedad estrella y el crecimiento exponencial del Albarín del 7%.