Diario de León

UNA INICIATIVA PARA LA CUENCA MINERA

El impulso de la Tierra al valle de Laciana

El Aula Geológica de Robles suma 8.000 visitantes desde su apertura . en mayo de 2016 y hay quienes ceden piezas al museo tras conocerlo.

Poliocarpo Fernández, uno de los fundadores del aula, junto a unos fósiles. CAMPILLO

Poliocarpo Fernández, uno de los fundadores del aula, junto a unos fósiles. CAMPILLO

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León

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Miriam Badiola | Robles

En pleno Valle de Laciana, allí donde la crisis minera golpea constantemente las alternativas de futuro, un claro emerge entre sus montañas, concretamente en la localidad de Robles de Laciana, donde unas viejas escuelas dieron origen al Aula Geológica que en sus dos primero años de andadura ha recibido a más de 8.000 personas interesadas en minerales y fósiles.

La historia de este aula se remonta al año 2012, cuando varios miembros de la Asociación Cultural Amigos Sierra Pambley interesados por la geología decidieron lanzarse a la aventura de buscar un local en Villablino para montar su propio Aula Geológica. Uno de los promotores del proyecto, Policarpo Fernández, recuerda que después de dar muchas vueltas porque no había un espacio libre, llegaron a Robles de Laciana y Pepe, su pedáneo, en un bar, «que es donde se hacen los negocios más importantes», les ofreció las escuelas, que iban a pasar al pueblo tras ser desafectadas por el Ministerio de Educación.

«Subimos a Robles, vimos el pueblo, que es precioso, visitamos las instalaciones —nos encantaron y, además, la ubicación nos venía muy bien— y el 14 de abril de 2012 entramos maza en mano abriendo puertas y destrozando muchas de las cosas que había ahí y se estaban cayendo», recuerda Poli.

Fueron los promotores del aula quienes hicieron arreglos mayores, unos baños mucho más grandes y preparados para personas con discapacidad, colocaron las puertas, e incluso soldaron las mesas para colocar las vitrinas de cristal que también habían construido. La adecuación se financió con el poco dinero con el que cuenta la Asociación y algún material donado por el Ayuntamiento y los vecinos.

Cuatro años de intenso trabajo dieron como resultado «un aula bastante majeta, con varias salas: una de exposiciones temporales, una sala de minerales y otra de fósiles, y una de audiovisuales, con capacidad para 40 personas, así como un taller para limpiar fósiles, minerales, etcétera».

Desde su inauguración el 21 de mayo de 2016, unas 7.000 personas han visitado ya el aula, «un dato que puede no parecer mucho pero que para estar situado donde está es relevante». De los visitantes, un 30% procede de la provincia, mientras que el 70% llega de otros puntos del país, entre los que destacan «Madrid, Cataluña, Castilla y León y Andalucía».

Además, en los 2.000 metros de terreno que se encuentran en el exterior del aula, se proyecta un nuevo edificio que contará con más espacio expositivo y salones para dar clases, además de un aula botánica, con la idea de que la gente que entra desde el exterior vea ya cosas sin tener que entrar al aula de geología.

Fósiles y minerales

La exposición alberga cerca de 2.000 fósiles y minerales, aunque la cifra aumenta diariamente, ya que cada día entran y se catalogan nuevas piezas, que podrían suponer otras 1.000 a mayores de las catalogadas.

Así, muchas de las piezas son de los miembros de la fundación, «pero también hay gente de fuera a la que le encanta la idea, ve cómo tratamos lo que hay y nos presentan sus propias piezas y colecciones para que las tengamos expuestas». Con el tiempo, el Aula quiere contar con su colección propia, que se conseguirá mediante donaciones, cesiones o compra.

El público puede contemplar en esta exposición minerales de todo el mundo, de todos los continentes y también una gran colección del Carbonífero, pero también muchas piezas de paleontología, que podrían representar la vida de la Tierra a través de las vitrinas.

El aula cuenta con otros mil fósiles de todo tipo, aunque Fernández asegura que sueñan con, algún día, tener algún animal fosilizado, algún tipo de dinosaurio, «pero eso requiere otro tipo de actuaciones y llegar a otra gente», aunque según recuerda orgulloso, la mejor científica de España, Carmen Álvarez, del Jardín Botánico de Córdoba, «dijo que la colección es impresionante y que no entiende cómo nos hemos hecho con tantas piezas».

Abierta al público en 2016, el aula ha organizado hasta el momento tres exposiciones temporales. La primera de ellas recogía utensilios, obras y objetos de hace más de 400 años de historia y contó entre ellos con la segunda edición del Quijote.

La segunda, que se cerró en 2018 tras un año abierta al público, versaba sobre los juguetes y su historia durante estos últimos 70 años. «Fue un éxito y se prolongó mucho en el tiempo porque continuaba despertando interés del público», indicó Fernández.

La tercera exposición, que permanecerá abierta hasta el próximo 15 enero, es para Fernández «especial». En ‘Original o réplica’, el restaurador del Instituto Geológico y Minero de España (Igme) Edulterio Baeza muestra 45 de sus piezas más representativas de réplicas basadas en originales de minerales o fósiles, «que resultan perfectas», cedidas por el Igme, la muestra viajará a la Universidad de León en breve.

A partir día 15, los visitantes podrán contemplar la exposición sobre ‘La medicina a través del tiempo’, en la que se mostrarán utensilios de medicina de los siglos XIX y XX cedidos por la familia del presidente de la Asociación Cultural Amigos Sierra Pambley, Rafael Roy, cuyo padre fue médico.

Geolaciana

La principal actividad impulsada por el museo es Geolaciana, que nació por la demanda de actividades al aire libre que realizaban profesionales de la enseñanza y muchos entendidos en geología que visitaban el aula de Robles de Laciana.

La primera edición se celebró en 2017 y «resultaron unas jornadas bastante interesantes, con un tope de 40 personas asistentes, que se aumentó a 45 personas porque venía gente de toda España y nos quedábamos cortos», apuntó Fernández.

Con cuatro días con salidas de campo, conferencias y la participación de expertos «impresionantes» en las materias de la botánica, la paleontología o aspectos relacionados con la comarca de Laciana, el éxito fue tal que «antes de que se presentaran las jornadas de 2018, la gente ya preguntaba» por la segunda edición.

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