GESTIÓN DEL AGUA
Legalizan 256 pozos para regadío en tres pueblos del valle del Duerna
Valle, Miñambres y Redelga abastecerán 452 hectáreas con agua del río y del subsuelo.
Interior de uno de los pozos inventariados en la zona de riego. DL
El agua encuentra la forma de pasar y, así, ha encontrado el cauce para la solución del regadío en las localidades de Valle de la Valduerna, Miñambres y Redelga —pertenecientes al término municipal de Villamontán de la Valduerna—, donde el proceso para legalizar 256 pozos se encuentra ya muy avanzado.
El problema del agua en el valle del Duerna, que se abre en la Sierra del Teleno y llega hasta La Bañeza, comenzó en 2017, cuando la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) impuso las primeras sanciones a propietarios de fincas de cultivo por el uso de agua sin concesión administrativa. Fue entonces cuando se decidió recuperar la Comunidad de Regantes de la Presa de la Zaya de Valle y Miñambres, a la que en 1991 se había autorizado la captación de aguas del Duerna para el riego. Se buscó la documentación relativa a esta entidad y ya en julio de 2018 se nombró una comisión para la redacción de los proyectos de ordenanzas y reglamentos, que se exponen al público en el Ayuntamiento de Villamontán de la Valduerna, antes de que se remitan a la CHD para que informe sobre su contenido y los apruebe.
La comisión ha trabajado desde julio del año pasado hasta marzo en la obtención de la información precisa para obtener los datos de las fincas y los pozos que se encuentran en estas, así como en la redacción de las ordenanzas y los reglamentos, que, finalmente, se aprobaron en la asamblea general de la Presa de la Zaya de Valle y Miñambres del pasado día 6. Los proyectos salieron adelante con un 88% de los votos a favor y un 12% en contra, informó ayer el presidente de la comisión, Manuel Rodríguez.
Patrimonio heredado
La comunidad regulará el riego en una superficie de 452,38 hectáreas de las localidades citadas, mediante la concesión de uso de aguas superficiales de 1991 y, cuando no sea posible atender los cultivos al bajar el caudal del Duerna, se utilizarán los 256 pozos que ahora se legalizan, relación sujeta aún a algún posible cambio si se detectaran errores. Se trata de captaciones de menos de 10 metros de profundidad, que Rodríguez calificó como «el patrimonio que nos dejaron nuestros antepasados». Los pozos se quedaron al margen de la regulación porque, como se defendió en estos tres pueblos y en toda la comarca del Duerna, era costumbre su uso para la agricultura.
Antes de iniciarse el conteo de pozos en las 452 hectáreas dominadas por la comunidad de regantes, se estimaba que el 90% de los que se ubican en este territorio estaban pendientes de legalización y se temía que en algunos pueblos la actividad agraria sufriera un importante revés ante la posibilidad de que quedaran excluidos de la agricultura de regadío si no se les daba la posibilidad de regularizar su situación. Valle, Miñambres y Redelga partían con desventaja al carecer de actividad la comunidad de regantes, frente a otras localidades que contaban con esta entidad.
Los desencuentros entre agricultores y la CHD sobre la situación del riego en esta zona de la provincia llevó a la comarca a manifestarse en Valladolid, ante la sede del organismo de cuenca hace ahora un año. Posteriormente, una reunión entre los afectados en la Subdelegación del Gobierno permitió comenzar a arbitrar soluciones y ahora se busca que el organismo de cuenca permita de nuevo el uso de las zayas que trasvasan agua del Duerna al río Peces, que permite que este último no se seque y recargar los sondeos con los que se riega durante el estío, aspecto en el que los contactos entre los afectados y la CHD discurre por vías de entendimiento.