Evitar la prescripción de los daños es fundamental para los afectados
La reclamación se inicia con un burofax y termina en los tribunales si no existe un acuerdo.
Uno de los aspectos «fundamentales» a juicio de Andoni de la Llosa es evitar la prescripción de los daños que los ganaderos tienen que reclamar a las industrias. «Nosotros nos hemos fijado de plazo hasta el 31 de marzo para que la gente que quiera reclamar se apunte», señala el abogado, a la vez que añade que «fijar este plazo es muy importante porque en junio vamos a enviar un burofax en nombre de todos los ganaderos que reclamen con nosotros para evitar la prescripción por si acaso».
Una actuación importante porque el expediente Industrias Lácteas 2 —que se resolvió definitivamente en julio de 2019, una vez que se advirtiera un defecto de forma en el dictamen de febrero de 2015— permite a los ganaderos actuar hasta julio de este año. En el burofax, desde el bufete piden: que las industrias lácteas cesen en la conducta de pactar los precios, como demuestra la CNMC para el periodo 200-2013 «y que estamos convencidos de que aún mantienen, al existir una mayor concentración» en el sector; que no existan represalias contra los ganaderos y que «abonen los daños y perjuicios» causado por distorsionar el mercado, provocando que los ganaderos percibieran un menor precio por su leche. No obstante, De la Llosa matizó que las pretensiones del ganadero no se resuelven por lo general mediante el burofax remitido, por lo que el caso termina en los tribunales porque no se llega a un acuerdo extrajudicial entre ambas partes.
El letrado se muestra «convencido» de poder vencer en los tribunales frente a las industrias lácteas, pero prevé una pelea que durará seis o siete años. «Presentaremos este año la demanda con toda seguridad, pero todavía no sabemos como lo haremos», indicó. Por ejemplo, no descartan llevar las más de 70 reclamaciones de ganaderos leoneses en una sólo demanda por su amplio volumen.