Fuentes del Silencio comercializa un blanco que supone un hito para la vitivinicultura del Jamuz

Veinticuatro hectáreas de viñedo repartidas en 120 pequeñas parcelas situadas a los pies del monte Teleno es la base sobre la que se sustenta el proyecto vitivinícola impulsado por Miguel Ángel Alonso y María José Galera, que tiene su ubicación física en Herreros de Jamuz. Sobre ese escenario de viticultura heroica –y ecológica– y tras un impresionante trabajo de recuperación de viñedo histórico, incluso prefiloxérico, y de variedades ancestrales de la zona, la enóloga Marca Ramas ensaya ahora un juego de blancas (Palomino y Doña Blanca) tras haber triunfado con las tintas (Mencía, Gran Negro y Alicante Bouschet) en vinos incluso de finca de envidiable calidad.

Aunque el primer ensayo de elaboración por separado para testar la calidad se hizo ya en 2016, es con la vendimia de 2018 con la que se da un salto cualitativo muy importante para el primer blanco de la bodega. Un trabajo paciente y minucioso que exigió recorrer todo el viñedo permitió recoger apenas 3.000 kilos de uva de distintos parajes, sobre todo los que se encuentran a una mayor altitud, que garantizan una mayor frescura al vino.

Son suelos muy pobres situados en una zona con mucho contraste térmico debido a las corrientes del monte Teleno y a una insolación alta. La edad de las viñas de las que procede este blanco es de unos 90 años, aunque hay viñedos con origen en el siglo XIX. El Mataperezosa 2018 (IGP Vino de la Tierra de Castilla y León) es un vino elaborado con uvas de las variedades Palomino y Doña Blanca a partes iguales, que se seleccionan manualmente.

Se hace un prensado de la uva entera para obtener el mosto, que se clarifica por frío durante una noche de octubre, momento en el que bajan mucho las temperaturas. El vino pasa a barricas una vez desfangado para fermentar de manera natural con levadura autóctona, un proceso que puede llevar meses. Se batonea semanalmente y se cría en barricas usadas (228 y 300 litros) durante unos catorce meses. La añada de 2018 se caracterizó por las lluvias entre enero y abril que provocaron que la primavera tuviera suficiente reserva hídrica. El resultado fueron racimos sanos, con hollejo grueso y muy aromáticos. De la edición de 2018 se lanzan ahora al mercado sólo 1.618 botellas (28,00 euros).

Fuentes del Silencio se ha marcado como objetivo mantener el patrimonio genético excepcional del Jamuz, con viñedos centenarios en recuperación para promover el trabajo y la economía de una zona vitivinícola olvidada y también muy castigada por el envejecimiento y la despoblación.