El pastor recupera su orgullo

Corresponsal de Diario de León La localidad de Prioro vivió ayer el Día de la Trashumancia que congregó a centenares de personas para recibir a las 1.500 ovejas que procedentes de Extremadura pasarán el verano en la montaña oriental leonesa. Tal y como ya sucedió el pasado año, el recorrido de las reses se vio acortado por la brucelosis y tuvieron que ser trasladadas en camiones hasta el límite de Palencia con León. Jesús Garzón, uno de los defensores de la rutas de la trashumancia, señaló que cada vez hay más sesibilización de la gente con la trashumancia y la mesta. «Desde que empezamos con el proyecto todo va cambiando, ya que el pastor ha empezado a recuperar su orgullo. Hoy día ser pastor es un titulo de nobleza dentro de la agricultura y ganadería», dijo. A raiz del mal de la vacas locas o la fiebre aftosa, la Unión Europea está volviendo la cara hacia la ganadería extensiva y de alta calidad, lo que hace que la trashumancia se contemple como una de las posibilidades de la ganadería española y portuguesa que son las únicas que pueden practicar ganadería extensiva en Europa, según nos recuerda Garzón. Aunque falta mucho camino por recorrer se ha logrado ya recuperar la memoria histórica de la trashumancia y el orgullo de los pastores, cuestión que se pone de manifiesto dado que en zonas como Cataluña, Teruel o Cuenca se están creando ligallo y mestas y asociaciones de jóvenes ganaderos que trashuman otra vez. Si bien aún falta señalizar las cañadas, adecuarlas y construir abrevaderos cada diez kilómetros con aguas limpias. Aunque el gran enemigo de la trashumancia sigue siendo el Ministerio de Fomento tras la puesta en marcha de trenes de alta velocidad, autovías y carreteras que no tienen en cuenta las cañadas. Otro de los temas pendientes aprobados y no cumplidos son las ayudas de medidas agroambientales, según Garzón. En este día festivo Prioro además inauguró el sendero leonés del GR1 que ha puesto en marcha el vocal de Turismo de la mancomunidad de Riaño, Heriberto García. Un sendero que va desde Ampurias, en Gerona, hasta Finisterre, en La Coruña, y que transita por un total de doce provincias, incluida León.