Alemania se alía con Fischler al pedir un notable recorte de la PAC

Ayer todas las miradas apuntaban hacia Alemania, cuyo Gobierno todavía no se había pronunciado públicamente sobre la llamada revisión intermedia de la PAC. La ministra de Agricultura germana, la ecologista Renate Künast, cumplió el guión previsto al alinearse casi plenamente con las tesis defendidas por Fischler. «Nos hubiera gustado que se ahorrasen más fondos para la ampliación» de la UE a nuevos países, dijo, antes de recortar que la adhesión de miembros como Polonia y Hungría «costará mucho». De forma implícita, Künast admitió que la revisión de la PAC provocará un ahorro de las ayudas públicas al sector, justo algo de lo que no quiere ni oír hablar socios como Francia, España, Italia, Portugal y Grecia antes del 2006. El ministro galo de este ramo, Hervé Gaymard, utilizó ayer ante sus colegas europeos calificativos como «inoportuna» o «inaceptable» para referirse a la propuesta de Fischler, mientras el primer ministro del Gobierno francés, Jean-Pierre Raffarin, se despachaba con una seria advertencia: «No bloquearemos la ampliación, pero no deseamos que la PAC se convierta en una moneda de cambio». Duro golpe para España El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias Cañete, afirmó que las comunidades autónomas de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura se verán muy dañadas si sale adelante la propuesta de reforma de la Política Agrícola Común (PAC) propuesta por la Comisión Europea. Antes de comenzar el Consejo de Ministros de Agricultura de la UE en el que los Quince discuten por primera vez la reforma, Arias Cañete dijo que las comunidades «que más subvenciones reciben, que son muy dependientes de las subvenciones comunitarias como Andalucía y Extremadura», verán recortados sus ingresos debido a la «modulación» que propone Bruselas, que supondrá un recorte de las ayudas directas del 20% en siete años. Además, señaló que «las dos Castillas» se verán «muy perjudicadas» por la aplicación de esta modulación, «porque tienen menos producción de cereales y menos rendimientos históricos». Arias Cañete afirmó que una modulación «lineal» supone que «no se introducen elementos de cohesión económica y social» y afirmó que un porcentaje del 20 por ciento es «excesivo». La modulación supondrá para España que 550 millones de euros pasarán de destinarse a ayudas directas a los agricultores a proyectos de desarrollo rural, que beneficiarán al campo, pero no necesariamente a los mismos agricultores. A esta cantidad se sumarán los 290 millones de euros que dejarán de percibir sectores «de máximo interés para España», como cereales, trigo duro, forrajes desecados y arroz si salen adelante las propuestas de reforma de estas Organizaciones Comunes de Mercado (OCM). «El Gobierno español no sólo va a criticar la reforma sino que va a poner encima de la mesa propuestas alternativas para la modulación», aseguró el ministro. Los agricultores leoneses con más de 5.000 euros de ayuda pueden perder por ese recorte, si se aplica la final, 1.440 euros