La Junta regula por primera vez el turismo de naturaleza para fomentar su desarrollo

La Junta de Castilla y León ultima la regulación del turismo de naturaleza, un recurso que atrae en León a más de 100.000 visitantes al año sólo en los espacios naturales registrados por la administración autonómica y que requiere de una serie de medidas para «encauzar y promover» un marco favorable para su desarrollo.

Esta regulación, la primera que se lleva a cabo en Castilla y León, tiene entre sus desafíos el circunscribir qué ámbitos quedarán bajo el amparo de la normativa. En concreto, el decreto que prepara la Junta habla de que se aplicará «a las empresas de turismo de naturaleza y a las personas usuarias de las actividades de turismo de naturaleza».

En este concepto, la Consejería de Cultura y Turismo incluye un catálogo de actividades que se consideran turismo de naturaleza pero que es una relación «abierta y orientativa». Aquí se enumeran iniciativas relacionadas con la observación de fauna, flora y recursos naturales especiales e incluso la observación del cosmos «a cielo abierto, en un lugar concreto, para conocer e interpretar las constelaciones, y los fenómenos del cosmos».

También se incluyen los recorridos por espacios naturales , tanto interpretativos y etnográficos como fotográficos sean motorizados o no motorizados. En este ámbito recoge los recorridos por las vías pecuarias «para conocer las acciones propias del trabajo de pastor y los distintos valores del entorno natural».

Concienciación

Continúa mencionando las actividades y talleres para «sensibilizar y concienciar» sobre el valor de los espacios naturales, así como la realización de recorridos para observar y conocer especies micológicas; también para su recolección aunque en este punto habla de la sujeción a la «normativa reguladora específica».

En el siguiente punto aborda las actividades de acompañamiento para el ejercicio de la práctica de la caza y la pesca, «como actividades que conllevan el aprovechamiento sostenible de los recursos cinegéticos».

Para finalizar, el borrador presentado por la Junta apunta a « cualquier otra actividad que entre dentro del concepto de turismo de naturaleza, y no se corresponda con las descritas».

La futura normativa también contempla exclusiones a las que no afectará el decreto, como las actividades de turismo activo, en referencia a las deportivas y de aventura, así como las que corresponden a investigaciones científicas. Se incluye en este apartado a aquellas actividades que no tengan una contraprestación monetaria, organizas por asociaciones, clubes o centros docentes.

La motivación del decreto se apunta a las «importantes novedades normativas» que han surgido en el ámbito europeo en los últimos años y a los cambios socio-económicos producidos desde la entrada en vigor del Decreto de empresas de turismo activo.

Además de referirse a las obligaciones que deben cumplir estas empresas para cumplir la ley, el documento se refiere a la emisión de un carné acreditativo para los técnicos que trabajen en dichas empresas, que les identificará y en el que constará su cualificación.

En este decálogo de obligaciones figura también que las empresas deberán colaborar con la administración «comunicando los datos que sean requeridos a efectos estadísticos» y disponer de la autorización del titular de los terrenos donde se va a desarrollar la actividad.

También deberán entregar a los turistas un documento en el que les informan sobre sus derechos y obligaciones en cada actividad y desarrollar las actividades en las condiciones más adecuadas de seguridad. La nueva regulación incluye la necesidad de presentar de contar con una autorización por escrito para que los menores y las personas con discapacidad puedan regular, un permiso que deberá estar firmado por quien ostente la tutela del participante.