Diario de León

CHD acometerá este año el vallado de Arriola y ensaya un dispositivo de escape para la fauna

Un total de 21 kilómetros de los 32 que tienen el canal quedarán en desuso tras la modernización del Alto Porma

Pie de foto. RAMIRO

León

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La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) tiene previsto iniciar a lo largo de este año 2024 las obras para aumentar la seguridad del Canal de Arriola, y poner fin de una vez al constate goteo de muertes de animales silvestres. El organismo de la cuenca ejecutará el vallado total de la zona más problemática de esta infraestructura, donde caen más animales, aunque con una importante novedad, finalmente no será necesario perimetrar toda la infraestructura, tal y como se había previsto en un primer momento, ya que el proyecto para de modernización de la zona regable del Canal de la Ribera Alta del Porma, ya licitado, dejará en desuso la mayor parte del canal de Arriola, concretamente 21 de los 32 kilómetros de longitud total.

De esta forma, tan solo quedarán en servicio los primeros kilómetros del canal, donde el problema de caída de animales quedará resuelto al completarse el vallado con este nuevo proyecto de la CHD, que cuenta con un presupuesto de 200.000 euros, unos 800.000 euros menos de lo estimado inicialmente, cuando se presupuesto esta ejecución en torno al millón de euros.

Actualmente, el proyecto se encuentra en la fase final de redacción y se confía en poder ejecutar las correspondientes obras este mismo año.

Además, se está preparando un contrato para ensayar el dispositivo de escape durante la próxima campaña de riego, en este 2024. Se realizará previsiblemente en el propio Canal de Arriola, por ser éste un canal especialmente problemático. Con ello, se trata de probar un mecanismo diseñado para la evacuación de fauna de carácter móvil, que

deberá servir para todo tipo de canales y sus diferentes caudales circulantes, deberá ser fácilmente transportable y no deberá presentar problemas para el correcto funcionamiento de la infraestructura de riego. Los resultados de este ensayo mostrarán

si el dispositivo resulta eficaz o no.

Hasta el momento, todas las actuaciones llevadas a cabo en el canal para frenar la muerte de animales no han resultado eficaces, según reconoce la propia CHD.

En 2016 se instaló una rampa flotante en el punto kilométrico 10 del canal que no ha conseguido resultado alguno. Por otro lado, Arriola presenta dificultades técnicas para la construcción de rampas laterales anexadas, por sus dimensiones y estructura, ya que se trata de un canal semicircular que lleva caudales elevados y, además, no se dispone de los terrenos necesarios para su construcción. Otro problema importante es la baja temperatura del agua, uno de los principales factores que afecta a la tasa de supervivencia, ya que, debido a la hipotermia, los animales no pueden nadar y llegar con vida a la salida. Por este motivo, desde que se ejecutó la rampa flotante, se tienen evidencias que demuestran que ningún animal la ha utilizado para salir del canal.

Por todas estas circunstancias CHD considera que los vallados son una medida más efectiva, por lo que ya en 2022 se construyó un tramo entre los puntos 2,635 y el 4,600, con un importe de 40.999 euros, en los términos municipales de Santa Colomba de Curueño y Vegas del Condado, una zona especialmente problemática por la afluencia de fauna silvestre.

Las rampas

Todas las actuaciones acometidas en el canal para frenar la muerte de animales no han resultado eficaces

Más de 70 muertes al año

Según datos de la propia Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), titular de esta infraestructura hidráulica, entre

los meses de abril y junio del asado 2023 han perecido en el

canal —que tiene una longitud total de cerca de treinta kilómetros— cerca de cuarenta animales en los municipios de Valdefresno, Vegas del Condado y Santa Colomba del Curueño, cifra que se eleva a los 139 en las dos últimas temporadas de riego —la de 2022 y la 2023—, y que evidencia «el considerable aumento de muertes de corzos

y jabalíes, mayormente, que caen al canal principalmente en los meses de primavera y verano», según consta en un informe de la propia confederación.

De todos modos, desde distintas asociaciones conservacionistas se apunta a la cantidad de animales que mueren en esta infraestructura es mucho mayor. De hecho son muchas las denuncias presentadas hasta la fecha, tanto por parte de los vecinos de la zona como por asociaciones conservacionistas para denunciar esta situación, que incluso ha motivado una resolución del Procurador del Común en la que exigen solucione tanto a la CHD, como responsable de la infraestructura, como la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, a la que responsabiliza de la superpoblación de especies como el jabalí el corzo principales víctimas de este canal, al que también caen perros, y otros animales. Así lo confirman vecinos de Paradilla de la Sobarriba, uno de los puntos más peligrosos del canal. Allí, la muerte de animales por ahogamiento durante los meses de primavera y verano, durante la campaña de riego, que es cuando más agua lleva, es casi diaria, y sus cuerpos permanecen allí atrapados durante días, hasta que finalmente son retirados periódicamente por la empresa contratada por CHD.

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