Con armas y sin colaboración paraidentificarse

Los furtivos a los que fue les fue incautado un rifle de precisión y una navaja de grandes dimensiones con sangre de animal del maletero de su coche, por parte de los miembros del Seprona, no quisieron identificarse como residentes o vecinos del pueblo cercano de Rioseco de Tapia. Uno de ellos además es guardia civil en excedencia o jubilado por enfermedad, pero joven de edad y su acompañante según testigos de unos veinte años de edad. Según estas mismas fuentes, la sanción a que se enfrentan es muy fuerte y el hecho todo indica que ha sido tipificado como delito, con lo que es posible que tengan pena accesoria. Los más de sesenta miembros del coto El Madral quieren agradecer la actuación de la Guardia Civil del puesto de La Magdalena, que coordinó la actuación y a la unidad del Seprona de La Pola de Gordón su actuación efectiva. Brindan su apoyo total para erradicar «esta plaga de desalmados que esquilman los montes y los ríos de todo tipo de especies sin importarles las consecuencias para la naturaleza y sin respetar los ciclos de cría de los animales, ni tampoco los derechos de otros cazadores que colaboran con sus cuotas en el repoblamiento de especies y mantenimiento de sus cotos, para poder cazar de forma reglada y con los permisos correspondientes», aseguraron desde este coto.