Un «futbolín» para La Bañeza

FRUSTRACIÓN y rabia es lo que sienten los bañezanos por el deseado circuito de velocidad prometido por todos y construido, hasta el momento, por nadie. O Areces va de farol o el proyecto del Moto Club Bañezano y la ilusión de muchos leoneses y amantes del motociclismo de todo el país se va al garete a una pista de cuarta o quinta categoría: un futbolín, dirían en el argot del deporte rey. La calle, el pueblo, opina que los unos por los otros, la casa sin barrer. Es decir, que el PP y el PSOE han entrado en un juego de «y tú más», en el que las descalificaciones ante la pasividad que se ha vivido durante meses han sustituido a las antiguas promesas. Ni la Junta, con competencias en la materia, va al Consejo Superior de Deportes a pedirle un convenio para empezar los trámites de la instalación ni el Gobierno central, pese a las promesas -ZP incluido- pone al Ejecutivo de Herrera en la tesitura de firmarlo. ¿No dicen PP y PSOE, o PSOE y PP que están pero que muy de acuerdo en construir el circuito? Pues siéntese ustedes en una mesa y lleguen a un acuerdo. Lo demás es pura palabrería y engañar a la gente, lo demás es usar la reivindicación y esperanzas del pueblo como arma política. El circuito de La Bañeza, ese al que el vicepresidente Villanueva dio importancia internacional en la misma ciudad, antes de las municipales del 2003, y del que Jaime Lissavetzky, consejero del estado para el Deporte, dijo en León, el 27 de mayo, que le gustaba «la música» e instaba «a ponerle la letra» en el esquema de los circuitos españoles, sólo será el del noroeste si es el primero, como se ha repetido, es el primero. Parece que le adelantan.