«Que no lo pague el pueblo»

Las fiestas de San Juan de Sahagún son testigos a pie de calle de un ambiente raro. Los habitantes de la villa dudan en ofrecer su repertorio de opiniones en torno a la prohibición de la Junta de los encierros taurinos o de la decisión unilateral del ayuntamiento de celebrarlos. Sólo acceden a hablar si su nombre no aparece. La opinión más comentada son pestes a la política y la sugerencia de que el pueblo no debe ser pagano de la circunstancia. ««Con estos modales la fiesta va a desaparecer; las normas son para cumplirlas pero también hay que ser tolerantes y buscar desde todas las partes soluciones a los problemas», vienen a resumir desde las posturas más moderadas. Otros, no lo ven tan fácil: «El problema nunca debería de afectar a la gente; la política es repugnante, es una falta de respeto a los vecinos». Las peñas, que mostraron su apoyo al alcalde, se manifiestan a favor de que «este tipo de problemas debería haber quedado en la sombra y arreglarse a posteriori», opinan.