La baraja en la época del Quijote

Aunque el juego se remonta a las edades del hombre, en tiempos de Cerbantes (con ‘b’, como él siempre firmó) la baraja se inspiró incluso en las andanzas de Don Quijote de la Mancha. Ricos y pobres, religiosos y pícaros, nobles y villanos, y hasta los mismos reyes se jugaban la bolsa y la vida en timbas donde todos acababan perdiendo, «unos por carta de más y otros por carta de menos». Arsenio Lope Huerta repasa con detalle en este nuevo libro las suertes del naipe que aparecen con más frecuencia en el Quijote y reconstruye un siglo XVII de tabernas y de mesones en el que Sevilla y Alcalá se disputaban la capitalidad del vicio.