ª1. Defensora de la enseñanza
RUTH SÁNCHEZ RIVERo. Premio Extraordinario es especialista en dificultades del aprendizaje.
Lo tiene muy claro. «Si tras una licenciatura, dos másteres y un doctorado no encuentro una pequeña parcela en este país donde poder desarrollarme profesionalmente y poner al servicio de la sociedad mis conocimientos, no tendría más remedio que emigrar a algún sitio donde se me valore».
Ruth Sánchez Rivero, 25 años, matrícula de honor en Magistario, matrícula de hoinor en Psicopedagogía, Premio Extraordinario Fin de Carrera en Psicopedagogía, Máster de Investigación en Psicología y Ciencias de la Educación con nota media de 9,2, Máster de Orientación Educativa con una media de 9,6 no ha tenido la «fortuna» de encontrar trabajo aún —«salvo las clases particulares que yo misma me he buscado», apostilla— aunque ha obtenido una beca del Ministerio de Educación para colaborar en una investigación que le permita hacer el doctorado.
Frustra tener que usar la palabra fortuna para trabajar cuando el currículum está sembrado, además de notas sobresalientes, por varias publicaciones en revistas especializadas y congresos internacionales y dos investigaciones científicas para paliar las dificultades de aprendizaje, uno aplicable a los alumnos y otro para la identificación temprada y la atención por los profesores a sus alumnos con esta catalogación. Algo que ya, de entrada, incomoda a Ruth Sánchez Rivero.
«Desde muy pequeña se me ha dado bien ayudar a compañeros con los estudios y sentía que cuando les explicaba cosas o les ayudaba a entender algunos contenidos les resultaba más fácil y llegaban a comprender e incluso a aprobar ciertas asignaturas», cuenta esta leonesa de Ciñera prendada del Faedo que se marchó a Zaragoza y ha regresado a su tierra.
«Metida en la adolescencia, y a pesar de mis escasos conocimientos, ya sentía que la Educación presentaba muchas carencias sobre todo centradas en el profesorado, quizás por mi edad y mi situación como estudiante. ‘Sufrir’ profesores que mucho sabían de las áreas que enseñaban pero poco sabían de pedagogía, fue uno de los principales motivos que me llevó a estudiar magisterio. Tras diplomarte como maestra no me sentía plenamente satisfecha ya que necesitaba comprender un poco más aquellos casos que han sido etiquetados como alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo. Y remarco ‘han sido etiquetados’, ya que no me interesaba tanto en qué categoría se les englobaba sino cómo poder comprender mejor sus necesidades y ofrecerles una adecuada atención educativa. Motivo que me llevó a estudiar Psicopedagogía y especializarme en Dificultades de Aprendizaje en los sucesivos másteres», explica Ruth Sánchez Rivero.
Le deprime «pensar en un futuro muy a largo plazo dada la situación de recortes, reducciones y escasas oportunidades que ofrece nuestro país y ve «inadmisibles» los recortes y políticas que se están aplicando. Le idigna «la situación actual de millones de ciudadanos y sobre todo aquella que afecta a la población infantil. Si ya me parece triste que haya personas pasando miserias menos unos pocos se llenan los bolsillos con nuestro dinero, mucha más angustia e impotencia me da ver millones de niños que ya están condenados, porque así lo quieren algunos, a un fracaso educativo casi escrito», dice. E invita a sumar «todos los talentos que existen de cara a construir una sociedad mejor, más humana y valiosa» en lugar de a competir.