Diario de León

seat. Vista, tacto, oído, olfato…

Seat ‘entrena’ los sentidos… precisión y capacidad de concentración. Son ‘sólo’ algunas de las habilidades que deben tener los especialistas en la fabricación del automóvil. En la era de la industria ‘4.0’, el componente humano sigue siendo insustituible. Eso, al menos, se piensa en la ‘trastienda’ de la marca española.

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javier fernández
León

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Más de 10.000 olores… distintos. Todos ‘esos’ es capaz de percibir el ser humano. También captar sonidos entre 20 Hz y 20 KHz y diferenciar millones de colores.

Aunque los sentidos sean cualidades innatas de las personas, también es necesario entrenarlos para poder sacarles el máximo partido.

Eso, al menos —será verdad…—, sostienen —como Niño— en el Departamento de Calidad de la marca española, que acaba de poner en marcha el «Centro de Entrenamiento de los Sentidos», de donde saldrán los especialistas encargados de la última revisión de los coches, antes de que salgan de la fábrica… y lleguen a manos de la clientela.

«Es algo suave, redondo. Diría que es una pelota», comenta una de las participantes en el curco mientras realiza un tacto a ciegas.

Álvaro Niño, en funciones de ‘abogado del diablo’ , considera como objetivo prioritario el perfeccionamiento de la capacidad de percepción «para aprender a utilizarla cuando revisen la calidad de los vehículos».

¿A qué huele la piel? Ejercicios prácticos como los ‘test’ olfativos, permiten a los alumnos identificar si el olor de la piel —o el plástico— es el adecuado. Se les pide, incluso, que identifique olores de la vida cotidiana (hierbas aromáticas como la lavanda) mientras, en el caso de las pruebas de audición, los participantes en el curso, deben detectar posibles sonidos discordantes en un simulador.

Detallistas y observadores, también perfeccionistas y precisos, tras su formación, los ‘estudiantes’ son capaces de detectar desviaciones de un milímetro y hasta pequeños —insignificantes— cambios de color muy difíciles de percibir a simple vista.

Alrededor de 260 inspectores de calidad participan en el curso, bien sean integrantes de personal nuevo como trabajadores que llevan años en activo y siguen actualizando sus conocimientos cada dos años.

Hasta 2.300 coches se revisan diariamente. Para revisar correctamente su calidad, el equipo realiza una determinada pauta de movimientos: ocho minutos alrededor del vehículo, para examinar el interior, el exterior y que —por ejemplo— ajusten perfectamente las puertas y el maletero, para que el coche reciba la «Q» de calidad antes de que salga de la línea de producción.

Así, 2.000 robots de chapistería y 125 robots autónomos de los talleres de montaje, conviven diariamente con los 7.000 empleados de la planta productiva de Seat.

«Tenemos herramientas y tecnología, pero nunca podrá sustituirse el comportamiento humano», apostilla Niño.

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