Montevideo se escribe con eñe
El Festival Eñe América, la iniciativa que impulsa ese complejo cultural ya imprescindible que es La Fábrica Editorial, con la Revista Eñe como referencia, que, atentos, se autodenomina Revista para leer , en un claro ejercicio de modesta clarividencia, se celebró en Montevideo esta semana que acaba con la presencia de algunos de los autores más importantes en lengua hispana.
La leonesa Camino Brasa es, por cierto, una de las artífices de todo este tinglado, bien desde la vanguardia o la retaguardia, pero siempre activista de la cultura que se plantea como un amable guante que se lanza al consumidor, palabra fea para referirse a quien en realidad se convierte en arte y parte activa de todas las iniciativas, ya sean PhotoEspaña, que para Madrid, y más, habría de ser algo así como mi querida PhotoEspaña (algún día se lo cantarán), o el resto de presentaciones, ediciones, rescates históricos y demás agitaciones culturales que acometen a lo largo de la temporada. Como lo de ellos es un ejercicio de estilo con enjundia, le han puesto la eñe a Uruguay, para, desde el Centro Cultural de España y otras sedes, reunir del 4 al 7 de agosto a más de 100 escritores, artistas y creadores que participaron en un programa de más de 50 actividades, con conferencias, mesas redondas, talleres literarios, conciertos, actividades infantiles, exposiciones, performances, proyecciones, firmas de libros, cine y lecturas.
Y con nombres de lo más variado en cuanto a procedencia, generación y obra: Rafael Courtoise, Edmundo Paz Soldán, Agustín Fernández Mallo, Vicente Molina Foix, Leila Guerriero, Ricardo Piglia, Lorenzo Silva, Elvio E. Gandolfo, Iván Thays, Martín Caparrós, Javier Reverte, pregonero este año de la Feria del Libro de León, Elmer Mendoza, Yuri Herrera, Washington Cucurto o Fogwill son algunos de los autores que participaron en el Festival. La Fábrica, o esta eñe, consiguen que a veces la noticia sea contar el pasado como buena resaca de la realidad.