«'Propios y extraños' quiere tocar al público»

Manuel González es un director de cine atípico. Se sacó de la manga Manolo Recicla, un conmovedor documental que retrataba la soledad urbana a través de un mendigo que tampoco era mendigo sino un alma abandonada hasta por sí mismo. Arrasó y se llevó todos los premios importantes a los que aspiró.

Y tal vez por ello ahora irrumpa en el largometraje con una historia que se sale de lo convencional. Un relato que (aunque según él mismo afirma tiene un final esperanzador) resulta ser toda una sacudida de los sentimientos.

Hay vidas cruzadas que, en algún momento, se detienen frente a frente entre mentiras o verdades tan inesperadas como insoportables. Y, en el fondo, lo que trasluce en Propios y extraños , así se titula, es vida urbana.

Puede que la normalidad de las cosas sea más rutinaria, pero Manuel González, un leonés de Laguna de Negrillos nacido en 1967, retrata realidad y ficción, con la radio como referente, con uno de esos programas nocturnos en los que la gente llama para contar sus penas y alegrías y que sirve de guía y consuelo a todo un sufrido y dañado colectivo.

La cinta cuenta con la participación de actores de primera de la escena española, como Elena Ballesteros, que protagoniza escenas de altísima temperatura, y que sale airosa con una interpretación que ha sido muy elogiada.

También pasa por Propios y extraños el siempre efectivo Jordi Vilches, y es sobre quien gira gran parte de la historia. O la berciana Mapi Galán, una sólida actriz de teatro, que en esta película interpreta con total solvencia a una mujer en la que también se sucede un terremoto, tanto interior como exterior, en los que uno no vuelve a ser uno mismo.

Internet, las ciudades y la radio son las claves de una película, Propios y extraños , que, ante todo, merece suerte. Principalmente, porque no la ha tenido todavía, y detrás está el esfuerzo del propio creador leonés y un intenso trabajo en coproducción.

­-Con 'Propios y extraños' debuta en el largometraje. ¿Ha caído en la tentación de contar más cosas de la cuenta o cree que ha sido comedido?

-Creo que he sido comedido. Quería hacer una radiografía urbana. Propios y extraños quiere tocar al público y provocar al espectador. Por eso creo que se mezclan historias que forman parte de lo cotidiano; otras, casi leyenda urbana, y, al final, por supuesto, la ficción. Jordi Vilches, como uno de los principales protagonistas, es un creador, un guionista en crisis. Es una especie de alter ego mío.

-Usted aparece aquí con historias normales alumbradas por lo excepcional. ¿Qué guión había en su cabeza, el que quiere gustar a la industria o el que lleva dentro?

-Queríamos que a los personajes les pasara algo muy peliculero. Aunque todo parte de ese espíritu cotidiano de vidas que se cruzan, creo que hay que entretener a la gente. Y respecto a qué quería contar, he intentado soltar lo que llevo dentro. Lo que a mí me gustaría ver como espectador. Quiero entretener y hacer pensar. Hay gente que me dice que son muchas historias y que se lían un poco. Pero que al día siguiente siguen pensando en la película. Ese resultado me gusta mucho. Porque eso es entretener y provocar.

-¿Cree que esta película puede hacerse un hueco en cierta escena independiente?

-Yo quería montar un buen pollo con el estreno. Al final, las cosas no son como uno siempre quiere. Pero, después de las dificultades, y, a partir de lo que la gente la pueda ver, espero que guste.

-¿Y cómo ha sido lo de trabajar con actores consagrados, con nombres como el de la propia Elena Ballesteros, Jordi Vilches, Alberto Jiménez, José Luis Gil, Mariano Peña y otros jóvenes de las series de éxito?

-Claro que aportan. Sobre todo a la calidad interpretativa y al marketing. Dirigir a este tipo de actores es bastante fácil. Los actores conocidos que hay en Propios y extraños son efectivos y hacen muy bien lo que se les propone. Elena Ballesteros está genial.

-De 'Manolo Recicla' y su éxito, ¿qué recuerdos tiene?

-Para mí fue muy importante. Porque se trató, por un lado, de un documental muy reconocido. Y, por otro, porque me metí tanto en la historia que terminé un poco obsesionado. Luego quise hacer más cosas pero Manolo se murió y la cosa quedó ahí.

-¿Siempre tendrá esa entrañable cuenta pendiente con 'Manolo Recicla'?

-Siempre. Y de hecho, tengo pensados proyectos que se me ocurren cuando veo cosas de ese universo del que formaba parte Manolo Recicla . Por ejemplo, quiero regalar el documental con motivo de un día anual que se denomina de los sin techo.