Diario de León

«A mis 16 años ya me parece difícil haber sido otra cosa que actor»

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Cuando Roberto Enríquez entra en la adolescencia, su cabeza está en querer ser actor. Los pájaros en la cabeza propios de su edad son escenografías imaginadas, diálogos memorizados… Hasta el punto de que a esa edad de tantos cambios, sus amigos le reprochan que solo piensa en el teatro y que no tiene tiempo para salir con ellos los fines de semana. «A mis 16 ó 17 años me parece difícil que hubiera elegido ya otra cosa que actor», afirma, quien en aquellos tiempos de experiencia y aprendizaje en el barrio de Pajarillos tiene ya casi puesto un pie en el tren que, vaya que si lo coge, lleva a Madrid. «Para el actor, el teatro es lo más público. Trabajas delante de él. En cine o televisión lo haces, en principio, para los compañeros, que son los que están ahí. El teatro es especial por todo eso. En mi caso, porque es el medio en el que intentas empezar a ser actor. Y lo recuerdo como una época maravillosa, con ilusión, ganas. Está la Escuela de Arte Dramático de Valladolid, en donde veíamos mucho teatro y queríamos romper desde esa óptica de los 17 ó 18 años. En donde vas aprendiendo, pero a la vez tienes esa cosa brava que hay que domesticar». Esta reflexión de Roberto Enríquez resume la importancia que en su caso ha tenido el teatro, donde ha hecho, por poner un ejemplo, desde Don Juan, príncipe de las tinieblas, a Hamlet, pasando por La Gaviota, de Chéjov, o El Infierno, según Dante. O varios Shakespeare y, más recientemente, Siglo XX que estás en los cielos, junto a 19:30, de Patxi Amezcua, ya en el 2010.

Y como en toda esta historia hace falta algo de suerte, Roberto Enríquez apela a ella con modestia: «En Madrid, tuve mi primer golpe de suerte en la escuela de William Leyton. Ahí ya participé en un Hamlet de José Carlos Plaza. Con 21 años empecé a trabajar en ese tipo de compañías, con José Luis Gómez, Berta Riaza, Carlos Hipólito, Ana Belén…», explica.

Pero la suerte es un crédito con fecha de caducidad. Y solo con ella no se explica esa carrera continua en la que la calidad es el principal argumento. Aunque Enríquez recurra de nuevo a ella para echar un vistazo por el retrovisor de su vida de actor: «He tenido suerte. Llegué a ser actor sin tradición familiar artística. ¿Hubiera sido minero? No lo sé. Mi padre, mis abuelos, mis tíos… Todos lo eran… He tenido la suerte de poder desarrollar mi carrera de actor».

tracking