Diario de León
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No hace muchas semanas la bolsa alemana, la Deutsche Börse, puso fin a la negociación tradicional en el parqué por el viejo método de los corros de viva voz. Sólo se realizaban ya algunas operaciones residuales por este sistema. Ahora ya no queda nada.

En España hace ya tiempo que desaparecieron de los patios de operaciones los bulliciosos corros. En los días de mayor concurrencia, se daban cita más de mil personas en el viejo salón de la bolsa de Madrid. Incluso había un policía de paisano destinado en la Bolsa para evitar posibles incidentes. No se permitía, ni se permite, el acceso al salón de contratación ni con paraguas ni con bastones. La Bolsa contaba también con un médico en plantilla, cardiólogo para más señas. Por si acaso.

La informática y las nuevas tecnologías se han comido las formas tradicionales de operar en Bolsa: a voces y con la palabra de caballero como único contrato. Ahora mandan las pantallas llenas de números de colores, más eficientes, pero mucho más frías. Se ha perdido el contacto humano. El final de los corros de viva voz ha dejado moribundo a los parqués de las bolsas. El Palazzo de la Bolsa de Milán, por ejemplo, es un desolador salón completamente vacío. En la Bolsa de Madrid la única vida que queda son los actos institucionales que se celebran de cuando en cuando y los «sets» de las cadenas de televisión que realizan conexiones en directo. Mucho se ha ganado con las nuevas formas de contratación, pero también se ha dejado mucho en el camino, porque, desde siempre, la Bolsa ha estado llena de vida y de historia.

El edificio de la Bolsa de Madrid, en la Plaza de la Lealtad, cumplió cien años en 1993. Tiene, por tanto, 118 años de vida. Pero la historia bursátil española es mucho más extensa. De hecho, la semana pasada la Bolsa cumplió 180 años en España. Sus primeros 180 años. Dicen los cronistas que la Bolsa de Madrid lo largo de la historia ha pasado del Peligro al Desengaño para acabar en la Lealtad, haciendo referencias al nombre de las calle y plaza en la que ha ubicado el mercado en estos años

En la bolsa española se negociaron el año pasado acciones por más de un billón de euros. En 25 años la actividad se ha multiplicado por más de 80. En 1900 cotizaban 60 empresas. Hoy son más de 3.000 los activos se negocian a diario. El 20 de octubre de 1931 tuvo lugar la primera sesión de la Bolsa de Madrid. En tan larga existencia ha vivido momentos complicados, como el crack del 29 o el cierre de los mercados de 1937 a 1940 por la Guerra Civil, sin olvidar los momentos de enorme zozobra que ha generado la crisis actual. En este tiempo, la Bolsa ha demostrado y confirmado que es la mejor inversión posible a largo plazo. Lo que demuestran las estadísticas es que la Bolsa es siempre más rentable que cualquier otra inversión si el plazo es suficientemente largo.

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