león compite en casas estrechas

Amsterdam guarda mil y una historias, entre ellas, la de la casa más estrecha del mundo. Situada en el número 7 del canal Singel, apenas tiene un metro de un lado a otro, aunque en honor a la verdad se trata de la fachada posterior de un inmueble algo más espacioso. La entrada es un poco más ancha, según los que la han visto. Por tanto, sería más preciso decir que la casa del número 7 del canal Singel es la que tiene la fachada más estrecha del mundo.

En España también hay varios ejemplos de construcciones mínimas. Valencia y Plasencia, en Cáceres, rivalizan por un récord sin récord oficial. En la capital del Turia hay un edificio de cinco plantas, en la plaza Lope de Vega, que apenas mide 105 centímetros de ancho. El de Plasencia se encuentra en la Plaza Mayor y por ahí anda en cuestión de medidas.

Lo cierto es que León, como tantas veces, no es que vaya a rivalizar metro en mano, pero sí cuenta también con ejemplos de casas estrechas, más de lo que uno se puede imaginar. Son inmuebles que fueron construidos entre otros más grandes, quizás por repartos de herencias, para aprovechar hasta el último resquicio urbanizable.

Los dos se encuentran en el casco histórico. Uno en la calle de La Hoz, concretamente en el número tres, y otro en la plaza del Conde, entre las conocidas tiendas de El Serranillo y La Casa del Bacalao.

En ambos casos, ya no vive nadie y tienen más o menos las mismas proporciones. Dos metros de lado a lado.

La calle La Hoz, al lado del Archivo Provincial, en el barrio de Santa Marina, se llama así porque tiene forma curva, como la herramienta. En este caso, es una casita humilde de dos alturas, con una puerta de aquellas de antes y una ventana que da a la calle en la parte superior. Por cierto, no falta una pintada, algo muy desagradable que se ha unido desde hace tiempo a la fisonomía de este rincón leonés.

El de la plaza del Conde añade una historia muy parecida a la del número 7 del canal Singel de Amsterdam. En realidad hoy es la parte de atrás de un edificio de la calle Azabechería, donde ahora se sitúa un bar. Tiene un bajo y dos alturas. En tiempos sí tuvo su historia. Fue una tienda pequeña, ‘El lírio verde’, según comenta el dueño de la tienda contigua del bacalao.

De vez en cuando, aparece una nueva noticia sobre la casa más estrecha del mundo. La última, en Puerto Rico. En el casco histórico del Viejo San Juan se esconde una con 1,3 metros de ancho, «vestigio de una época de alta densidad de población en la capital puertorriqueña», según explicaba el teletipo de la agencia Efe que dio cuenta de la noticia. «Una persona de tamaño normal que estire sus brazos tocará las dos paredes de la casa, mostrada por los guías turísticos que recorren la vieja ciudad a los visitantes foráneos, en lo que es ya una parada obligatoria en los recorridos del Viejo San Juan». Arquitectos e historiadores achacaban que haya llegado hasta hoy a la necesidad que hubo siglos atrás de economizar espacios en un escenario de un San Juan muy poblado y entonces restringido a las murallas de la ciudad antigua, lo que hoy se conoce como el Viejo San Juan.

En Varsovia -es ya otra historia-, hace dos años se construyó una de 92 centímetros de lado a lado, que podría rivalizar con la de Amsterdam por el récord del mundo. Construida entre dos edificios, su arquitecto, Jakub Szczesny, por increíble que parezca, encontró la manera de crear una vivienda que cuenta con un baño, una cocina, un dormitorio y un salón. «Creo que la abundancia de luz es lo más importante, así que para eliminar los temores a un espacio pequeño he usado láminas de policarbonato para hacer el techo y los muros de la máxima anchura. Por ello la casa parece tan blanca y transparente», dijo en su presentación.

Parece mentira, pero León también tiene estas historias. Historia de casas. Al fin y al cabo, así se hacen todas las ciudades.