volver a empezar

Beguin the begine , la mítica canción de Cole Porter, no significa volver a empezar, como se creyó en España por una mala traducción. Seguramente José Luis Garci contribuyó a la confusión con el juego de palabras y significados de aquella película que no triunfó en España hasta que no ganó el Oscar en Hollywood y con la que rindió homenaje a la generación del exilio.

Porque Beguin the begine en realidad hace alusión al baile del beguine, muy popular en los años 30 en las islas caribeñas de Martinica y Guadalupe. Después del breve y saludable asueto veraniego hay que volver a empezar, aunque las cosechas vengan pobres, la tierra tiemble y los huracanes arrasen la vida a su paso desde el Caribe a América.

Hay que volver a empezar en La Cabrera. Después del desolador incendio que arrasó sus montes por los cuatro costados y amenazó a varios pueblos con sus lenguas pavorosas. Después de las noches en vilo, en casa o en el pabellón de deportes de La Baña, a donde fueron trasladados muchos de los vecinos evacuados. Después de las lluvias que convirtieron las cenizas en lodo y les dejaron también sin agua.

Volver a empezar con el dolor de la inmensa herida negra que supura en los montes. Las llamas iluminaron trágicamente la comarca olvidada. Y también sacaron a la luz lo mejor de sus gentes, de una nueva generación de cabreireses y cabreiresas que han alzado la voz frente al crimen y la injusticia, quizás por primera vez.

El pueblo respondió ejemplarmente. Ahora está por ver cómo va a responder la administración después de ir a hacerse las fotos de rigor con celeridad algunos, como el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, y con cierta parsimonia, otros, como el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, que cinco días después de iniciarse el incendio aún no había llamado al alcalde de Encinedo, José Manuel Moro. Aunque casi es mejor que estén callados, que hablen, como hizo el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones, para minimizar el alcance del incendio: «Encinas y robles no son matorral», le contestaron los vecinos con una pancarta.

Testosterona por agua

V olver a empezar. No les queda otra a los agricultores del Páramo que se han quedado sin riegos por la sequía que asola el pantano de Luna y destapa su memoria en el espejo roto de la tierra. Los señores, a falta de agua, han echado testosterona al problema y se han peleado como Dios manda en esas asambleas en las que, foto tras foto, no logro ver a ninguna mujer. ¿Dónde están las agricultoras? ¿Es que ellas no riegan?

Volvemos a empezar, sí, con el machismo a cuestas y en plena forma como bien dejó claro la foto de familia de la inauguración del año judicial: sin una sola mujer, pese al avance femenino en la carrera judicial.

Volver a empezar. Con las heridas que se empeñan en agrandar los gobiernos de Rajoy y Puigdemont. El desafío monopoliza toda la actividad política en Cataluña, donde lo acontecido en el Parlament esta semana ha dejado en evidencia a una mayoría que quiere actuar con el rodillo del independentismo. El Gobierno de España sigue sin dar un paso que vaya más allá del uso del Tribunal Constitucional y de la fuerza, que ha empezado con los registros ordenados a la Guardia Civil.

Hace 84 años, el 6 de octubre de 1934, Lluís Companys, presidente de la Generalitat salió al balcón y proclamó «l’Estat català dins la República federal espanyola». Él y casi todo su Gobierno acabaron en la cárcel. Sería bien triste que la historia se repita.

Realmente hay que volver a empezar. Aunque sea Empezar el beguine.