Alerta pantanos: de los cero minutos para evacuar Crémenes a los 16 de Boñar
¿Llegaría el agua de Riaño a León? «En hipótesis, podría en alguna medida», dice el consejero de Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones.
Donde sí llegaría, en caso de rotura, improbable pero posible, sería a Crémenes, por ejemplo. No habría tiempo de evacuación en caso de rotura de la presa en situación de avenida fluvial. La llegada de la onda sería inmediata, en cero minutos. La cota máxima de la onda llegaría en 30 minutos. Boñar dispondía de 16 minutos desde la rotura de la compuerta de la presa de Juan Benet y 29 hasta la llegada de la máxima ola. Algo más de tiempo si lo que se rompe es la compuerta: 42 minutos desde el incidente y una hora y 11 minutos para la cota máxima de la onda. Menos tiempo tendrían en Los Barrios de Luna: un minuto desde la rotura de la presa y 3 si se rompe la compuerta.
A Sabero, el agua de Riaño llegaría en 23 minutos y a La Robla, el agua de la presa de casares de Arbás en dos horas y 27 minutos. Canales-La Magdalena tendría 27 minutos para evacuar antes de que llegara la avenida desde la presa de Barrios de Luna, apenas un minuto en el pueblo que está a los pies de la presa y Rioseco de Tapia 13 minutos para ponerse a salvo si se rompe la de Selgas de Ordás.
«Las presas y los planes de seguridad están bajo la vigilancia, inspección y actuaciones de información que realizan las Confederaciones Hidrográficas y en el sistema de Protección Civil, no pudiendo descartarse la llegada, en esa poco probable situación, a núcleos de población», explica Suárez Quiñones.
«Desde hace muchos años todas las presas y embalses están clasificadas en función del riesgo potencial derivado de su posible rotura o funcionamiento incorrecto. Esa clasificación consiste en evaluar los daños inducidos aguas abajo por una eventual rotura de la presa, y de acuerdo con ellos se clasifican en varias categorías. En función de dichas categorías hay diversas exigencias y obligaciones de medios, documentales de seguridad y de planificación de riesgos como normas de explotación, plan de emergencia de la presa, revisiones de seguridad o informes de comportamiento. Todo ello controlado por los titulares de la presa o sus concesionarias, muchas veces compañías eléctricas, e inspeccionado por las Confederaciones Hidrográficas y por el Sistema Nacional de Protección Civil», añade el consejero.
No sólo los pantanos están en el capítulo de riesgos, también las balsas de las antiguas explotaciones mineras.
«Desde hace más de 10 años se vienen realizando actuaciones de restauración en las zonas de la minería del carbón. Se han invertido 32 millones de euros en la restauración de las explotaciones de Feixolin, Fonfría y Nueva Julios en Villablino, y actualmente estamos invirtiendo más de 80 millones en la restauración de los cielos abiertos en El Bierzo, como la gran corta de Fabero, Torre del Bierzo y otros. En todas estas actuaciones se actúa en las balsas de las antiguas explotaciones», añade Quiñones.
Todos estos datos se pueden consultar poniendo en Google: Guías locales de respuesta ante episodios de inundaciones de la Junta de Castilla y León o https://www.jcyl.es/web/es/administracionpublica/proteccion-civil/guias-locales-respuesta-ante-inundacion.html