Diario de León

Quino, 50 años de un dibujante «de la realidad»

Quino, el creador de Mafalda, Manolito y otros personajes conocidos en medio mundo, recibe en Buenos Aires un homenaje a través de una exposición que reúne trabajos de sus cincuenta años como dibujante

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ANTONIO TORRES | texto
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Joaquín Salvador Lavado confiesa que siente que se ha convertido «en una especie de relator de la realidad». «Me pregunto cómo es posible que yo haya dibujado hace tanto tiempo cosas que siguen pasando hoy», asegura en una recorrida por la muestra «Quino 50 años», que ha abierto sus puertas al público en el Palais de Glace de la capital de Argentina. Con su habitual timidez, Quino reconoce que al principio no le entusiasmaba demasiado «la idea de un homenaje por esa eterna lucha que tiene uno con la autoestima». «Ahora que vi la exposición, estoy muy contento y pienso que no está mal que la gente se entere. Pese a hacerlo mal, como se nota en mis primeros dibujos, pude comunicar algo», asegura el dibujante argentino frente al primer trabajo que publicó en el semanario «Esto es» en 1954. Una muestra itinerante La muestra, con entrada gratuita, permanecerá abierta en Buenos Aires hasta el 29 de agosto próximo y luego recorrerá distintas ciudades del interior de Argentina, como Córdoba, Mar del Plata, Rosario y Mendoza, la tierra natal del dibujante. Por ahora está previsto que la retrospectiva itinerante, organizada por la Fundación Andreani y la Asociación Amigos del Palais de Glace con el apoyo de varias empresas, termine el año que viene, «pero hay propuestas para que siga en el 2006 en varios países», dijeron los responsables de la exposición. Además de los comienzos de Quino en el «humor gráfico mudo», tal como él mismo lo definió, la muestra abarca campañas publicitarias y trabajos inéditos, algunos de los cuales pertenecen a su colección personal. La sorpresa de Mafalda Sobre la actualidad de personajes como Mafalda, una serie que por decisión propia fue publicada por última vez en 1973, señala que él es «el primer sorprendido». Quino dice que la única explicación que le encuentra es que siempre trabajó «con lo que pasaba en el momento». «El mundo ha cambiado mucho para mí, pero según mis trabajos no ha cambiado tanto», considera. Quino, que no se arrepiente de haber dejado de dibujar a Mafalda y a los ocho personajes que la acompañaron durante una década, sigue enojándose cuando le acusan de haber «matado» a la niña que odiaba la sopa y solía mantener conversaciones con un globo terráqueo. «Soy como un carpintero que hace muebles. A la gente le gustó más Mafalda, pero para mí siempre fue igual al resto de mis trabajos», remarca. De todos modos, Mafalda y sus amigos ocupan un lugar muy importante en una exposición que según el dibujante surgió de una «minuciosa tarea de selección» de su sobrina y representante, Julieta Colombo. También se exponen unos dibujos para el disco del español Joan Manuel Serrat El sur también existe que nunca llegaron a difundirse y otros que el mismo Quino llama «reordenando al Guernica», en los que una mucama asea una habitación desordenada, con la obra de Pablo Picasso incluida. Atento a lo que ve Quino está radicado en Europa desde hace años y acaba de presentar ¡Qué presente impresentable! , su trigésimo libro, que reúne buena parte de los dibujos que publicó en los últimos años en medios gráficos de América y la otra orilla del Atlántico. Cuando le preguntaron si tiene algún método de trabajo, responde que no está «alerta» sobre lo que ocurre, como varios de sus colegas, sino que siente «alarma de todo lo que pasa» y permanece «atento» a lo que ve, «como los actores que tienen que hacer un personaje». El dibujante argentino Roberto «Fontanarrosa tiene razón cuando dice que nosotros somos una especie de antenas que captamos cosas de la realidad», indica Quino, de 72 años, que adjudica a la «temática universal» de sus trabajos el éxito que han tenido en el exterior. En cuanto a su mirada siempre crítica y en ocasiones ácida del mundo, opina que «desde el momento en que las multinacionales tomaron el poder está peor, con (George W.) Bush como gobernante mundial, algo que sólo se daba en Flash Gordon».

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