Diario de León

Sierra de la Culebra: un perfecto equilibrio

Llamada así por la forma serpenteante de sus perfiles, conserva importantes muestras de arquitectura rural así como una de las poblaciones más numerosas de lobo ibérico de la Península

Publicado por
Y. C. ÁLVAREZ | texto
León

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Protegida desde 1973 como Reserva Nacional de Caza, la Sierra de la Culebra ha sido incluida por la Consejería de Medio Ambiente en la Red de Espacios Naturales de Castilla y León habiéndose iniciado el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales. Situada al noroeste de la provincia de Zamora, y ocupando una superficie de 65.891 hectáreas, esta zona de media montaña debe su nombre a la forma serpenteante de sus perfiles ocupando una franja de pequeñas elevaciones que oscilan entre los 800-1200 metros de altitud (su mayor altura es el pico de Peña Mira con 1.243 metros). El despoblamiento existente ha evitado la presión humana sobre el entorno y ha permitido lograr un perfecto equilibrio ecológico. A pesar de existir 32 pueblos en el interior del espacio, el conjunto de habitantes ronda los 7.000 y con tendencia a ir disminuyendo. Parte de su territorio limita con la vecina Portugal teniendo su continuación orográfica y biológica en el Parque Natural de Montesinhos. Más de la mitad de su superficie está ocupada por masas repobladas de coníferas siendo el pino la especie dominante con un sotobosque escaso debido a la gran densidad y escasa iluminación. El encinar, muy degradado, forma masas discontinuas con un extraordinario valor como el situado en la Peña del Cuervo, donde junto a la encina aparecen el alcornoque y el madroño, como estrato arbóreo y, en el arbustivo, escobones, retamas, tomillos, cantuesos, jaras y brezos. Hay pequeñas formaciones de roble rebollo, a excepción de los rebollares del Barco y Rabomalo. Los matorrales adquieren gran importancia, bien sean de ericáceas o de cistáceas junto a leguminosas. Es destacable la presencia de alcornocales por su alto valor ecológico y encontrarse en su límite más septentrional de distribución siendo el mejor ejemplo el situado en Cabañas de Aliste. Recorriendo la Sierra Siguiendo la carretera N-630 que parte de Zamora y tomando el desvío de la N-631 se empieza a divisar por el oeste una línea ondulante y, al frente, las cumbres de las Sierras Segundera y Cabrera. Es la Sierra de la Culebra, cuya orografía rompe la continuidad entre las penillanuras de Aliste, al sur, y la Carballeda-Sanabria al norte. Un buen punto de partida, en el mismo límite del espacio natural, es Tábara en el que destaca la bella torre de su iglesia románica del siglo XII. Tras dejar atrás el pueblo el viajero se encuentra con el puente Ciervas que cruza el río Tera y con el desvío del embalse de Nuestra Señora del Agavanzal, antes de llegar a Villardeciervos, hermosa localidad donde aún perduran antiguas casas de piedra, tejado de pizarra y balcones de madera, que le han valido la declaración de Conjunto Histórico-Artístico. Son exquisitos sus almendrados y bizcochos de canela. En la localidad se encuentra el Centro Forestal y una base de helicópteros para la lucha contra los incendios forestales. Igualmente pintorescos son Riomanzanas y Rihonor de Castilla, que comparte frontera y casco urbano con el pueblo portugués de Río de Onor. La frontera está en la mitad de una calle que pertenece a ambas localidades. En muchos pueblos perduran las vistosas y muy variadas «cortinas», típicos cerramientos de las pequeñas fincas agrícolas y ganaderas. La Sierra de la Culebra ofrece la posibilidad de realizar rutas cicloturísticas y de senderismo para conocer la flora y fauna. Desde Mahide parten varios itinerarios de escasa dificultad (de los Molinos, de San Pedro y del Campo de Aliste) para descubrir puentes y molinos típicos, hermosos parajes poblados de castaños y pinares y gran diversidad de fauna. También merece la pena observar la espectacular berrea del ciervo al inicio del otoño.

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