Diario de León

Volvo PCC, comunicador personal...

Automóvil a la vista, comunicador personal... PCC. Con el nuevo S80, Volvo apuesta por un programa de seguridad personal pionero en el mundo del automóvil

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JAVIER FERNÁNDEZ | texto
León

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Que la historia de Volvo ha viajado tradicionalmente unida a la seguridad no es ningún secreto. Sólo que ahora, con el lanzamiento de su nuevo buque insignia S80, el fabricante sueco va más allá en las propuesta de seguridad global: comunicador personal con el coche, se diría una suerte de conexión permanente con, no se olvide, la segunda compra más importante después de la vivienda. Y todo ello encuadrado en un sencillo, a la par que ingenioso, mando a distancia que encuadra, además de las habituales funciones de apertura/cierre, otras novedosas funciones de control automovilístico y funcional. En palabras de Silvia Güllsdorf, directora del proyecto comercial del nuevo S80, «la seguridad no consiste únicamente en evitar accidentes, también en abarcar el control de nuestro entorno inmediato, tanto en nuestras casas como en nuestro vehículo». Sin que ello signifique -y esto es una apunte puramente personal de quien suscribe- un comportamiento obsesivo. No es, afortunadamente, el caso de España, por mucho que recientes encuestas realizadas por Volvo en países como Brasil, Sudáfrica, Taiwán, Estados Unidos, Noruega, Suiza, Inglaterra, Italia y Suecia hayan puesto de manifiesto la necesidad de contar con sistemas de protección. El PCC es un novedoso mando a distancia de tamaño de bolsillo que sirve para abrir la puerta del coche automáticamente al accionar la manilla y que también cierra la puerta con sólo pulsar un botón, ya sea en la manilla o en el propio PCC. ¿Qué tiene esto de novedoso? Pues que, entre otras cosas obvia las comprobaciones. ¿Quién no se ha preguntado alguna vez si ha cerrado o no el coche? ¿Quién no ha vuelto sobre sus pasos para comprobarlo? Con el PCC basta un vistazo al mando para saber si el coche está o no cerrado. Ni siquiera hace falta estar cercad del coche; el mando sencillamente «recuerda» si la última acción del conductor fue de apertura o de cierre. Además, puede arrancarse el vehículo sin llave. Basta con sentarse, colocar los pies sobre los pedales... y pulsar un botón para arrancar el motor. Sin embargo, el PCC ofrece más posibilidades. A una distancia de entre sesenta y cien metros alrededor del coche, puede obtenerse un «informe» de la situación -de seguridad- con sólo pulsar el botón de información. Distintos diodos luminosos (LED) indican si el vehículo está cerrado o abierto, otros muestran si alguien lo ha manipulado, haciendo saltar la alarma. Una luz roja parpadeante significa que el sensor de pulsos ha sido activado y que en el interior del coche hay un intruso. Eso, por no hablar de la utilidad que supone poder «encontrar» el coche cuando, por ejemplo, se ha estacionado en una zona de aparcamiento sin iluminar. Al salir del coche pueden también dejarse encendidos los faros delanteros durante un periodo entre 30 y 90 segundos, tiempo más que suficiente para que el conductor alcance la puerta de su vivienda. Además, la alarma del vehículo se activa se activa si alguien rompe una ventanilla, accede al interior del automóvil o si se pulsa el «botón de pánico» del mando a distancia. El coche emite entonces una cacofonía acústica y luminosa. Se encienden todas las luces del coche, al tiempo que suena la habitual alarma. Uno de los extras es el medidor de altura, capaz de detectar si el coche está siendo levantado para sustraerle las ruedas. «Volvo on call» Se trata del primer sistema de petición de socorro instalado de serie en un vehículo, al objeto de proporcionar ayuda inmediata en emergencias. Se diría la respuesta práctica de Volvo a lo que los médicos denominan «la hora crítica»; es decir, el plazo en el que el tratamiento de una persona herida contribuye decisivamente a reducir el riesgo de lesiones irreversibles. La propuesta de Volvo no se circunscribe solamente a los accidentes, también puede complementarse con la protección personal en caso de atraco. Así, cuando el centro de atención recibe una alarma automática, y la operadora no recibe contestación del coche, se pone en alerta a la policía y al servicio de asistencia médica, tras la localización del vehículo y su estado. La petición de asistencia puede activarse manualmente y hasta, si lo requiere el usuario, contar con un sistema de rastreo del coche en caso de robo. El sistema ya se vende opcionalmente en siete países europeos que disponen de centro de alertas propio, mientras que existen otros siete países, entre los que se cuenta España, cuyo servicio de alertas se tramita a través de una central internacional de atención telefónica.

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