Diario de León

CANTO RODADO

celorio

la senda de celorio es un homenaje a orlando y un ejemplo a seguir, una buena noticia para una comarca cruelmente castigada

León

Creado:

Actualizado:

Entre Geras y Paradilla acaban de abrir una senda. Un camino viejo que es nuevo. Un libro que se lee andando y que desde la tragedia habla de la amistad, de la lealtad. De la valentía. Había que hacer algo y los hermanos González, Orlando (tristemente fallecido en el accidente del pozo Emilio con otros cinco mineros) y José Manuel, dieron el primer paso.

Orlando, porque en la senda está su memoria y su espíritu, y José Manuel pusieron las primeras piedras en el pensamiento y, como en el cuento de Celorio, brillaron como estrellas en una idea firme, alentada por el canto de un pájaro vecino, Juan Carlos Pajares, y bien labrada por las manos de Amancio.

El domingo pasado una multitud recorrió los dos kilómetros y medio que Orlando y José Manuel, de niños, surcaban cada día para ir a la escuela desde Paradilla, su pueblo, a Geras y de Geras a Paradilla. En la senda se lee un cuento escrito por José María Menéndez, como digo, con la ayuda de los pies.

Rutas novela

Ya lo dijo Machado. Caminante no hay camino... Se hace camino al andar... La senda de Celorio ya está en marcha. Se convierte en una de las primeras rutas literarias de León, provincia tan rica en universos literarios que debería estar sembrada de rutas-novela a falta de otra industria que prospere.

Yo no pude ir a coger las estrellas del Celorio el domingo. Tengo la visita pendiente porque esa mano amiga me llama. Por ir al norte fui al sur. A la panera del Museo de la Industria Harinera de Gordoncillo, con la exposición ‘Norberto en marcha’ por los caminos de las marchas mineras. Esas sendas negras que brillan de sudor como el carbón húmedo en la profundidad de la mina y que atravesaron los campos dorados de cereal, en busca del pan, como pequeñas estrellas en una galaxia inabarcable, la especulación y el engaño de los gobiernos que, desde hace 30 años y, especialmente en los últimos cuatro del PP, han liquidado el sector.

Hace tiempo esas tierras estrenaron ruta literaria. Sin mojones ni páginas abiertas en el camino. Era una dramatización del Fray Gerundio de Campazas, la obra del Padre Isla. Y recordé también que el Ayuntamiento de Cabrillanes hizo algo parecido, pero casi a hurtadillas, con las Estampas de Babia de Guzmán Álvarez, aunque quizá le faltó el alma. Pusieron unos carteles en el campo que ya casi no se ven.

Poesía en acción

Ha bía que hacer algo... Dice mucha gente. Y van los poetas, la gente utópica y soñadora, y lo hacen. Ahí están los versos en el Hayedo de Busmayor, de los que es madre y madrina, hada, la escritora Carmen Busmayor. O la Poesía para Vencejos que cada año se escucha en el castillo de los Bazán de Palacios de la Valduerna.

Había que hacer algo. Y van los mineros y lo hacen. Como sucedió en Ciñera con el milagro de El Faedo. Hoy todos los pueblos de los contornos presumen de Faedo. Es el efecto multiplicador de las cosas bien hechas. De la poesía en acción.

Había que hacer algo... Y fue doña Concha Casado Lobato, 96 años años cumplió esta semana, y lo hizo: pequeños museos que hoy son joyas de la tradición en el Val y Jiménez de Jamus, con la ayuda de mucha gente que creyó que las piedras del camino son preciosas estrellas.

La senda del Celorio es un merecido homenaje a Orlando, una ocasión para disfrutar y soñar y un ejemplo a seguir, aparte de una buena noticia en una comarca que en los últimos tiempos es cruelmente castigada. Resulta humillante que el dinero de la venta de las Casas Bajas de Ciñera se pagará una nómina... Había que hacer algo.

tracking